Por: Sabrina González Flores

Silvia González y sus hijas viven el horror en carne propia desde hace 8 años. Según el relato de la mujer, en el 2013 su hija Milagros que tan solo tenía 14 años fue secuestrada por una red de trata que articula en zona sur.

La chiquita logró escapar 10 días después pero las secuelas fueron permanentes. Ocho años después del hecho, la causa aún no fue elevada a juicio aunque hay un detenido que fue reconocido por la víctima y según González ella y su familia reciben “amenazas constantes para que Milagros no siga hablando”. 

En diálogo con Política del Sur, Silvia, que pertenece a la organización de “Madres de víctima de trata”, denunció que como parte de las amenazas para que “Milagros no hable”, sus otras dos hijas (Ludmila y Yamila) también son sobrevivientes de la trata de personas ya que fueron secuestradas por la misma red, Ludmila en el 2016 durante 48 horas y Yamila en el 2020 durante “un par de horas en el que la re cagaron a palos y casi pierde su embarazo”, sostuvo.

“Solo se las llevaron para decirme que venían por mi cabeza, que Milagros no dijera nada, que no podía reconocer a nadie. Lo que les pasó a Ludmila y a Yamila es para que Milagros no hable y la causa no llegue a juicio”, aseveró González. 

 

La historia de Milagros

Milagros es una mujer con discapacidad que tenía 14 años cuando el 16 de marzo del 2013 fue secuestrada en Burzaco. De acuerdo con el relato de su madre, la joven fue engañada por una mujer que “iba con ella a la iglesia” y que “la entregó a una red de trata de personas”. 

“Se la llevaron desde Burzaco a Alejandro Korn primero. Fue una mujer de la iglesia a la que iba mi hija. Ella la llevó engañada, le dijo que había una fiesta de 15 en otra iglesia y la dejó en Korn y desde ahí la levantaron y la llevaron a Canning, donde la prostituyeron”, relató González. 

A partir de su desaparición la mujer pudo realizar la denuncia 48 horas después de no saber nada de Milagros, ya que no le tomaron la denuncia de inmediato “porque había que esperar a ver si volvía sola”. 

Finalmente, luego de 10 días de una búsqueda agónica, en manos de Silvia y su familia “porque la policía nunca hizo nada”, la chiquita fue encontrada en la plaza de la estación de Burzaco “drogada, muy asustada, y sucia” porque “había logrado escapar del prostíbulo de Canning, donde la tenían”, sostuvo Silvia. 

“A los 10 días ella logró escaparse y pudo llegar a Burzaco, a la plaza. Estaba escondida, quería llegar a mi casa, pero no sabía cómo llegar. Estaba muy drogada, sucia, nerviosa, lloraba mucho, fuimos al cuerpo médico pero no la quisieron recibir porque no teníamos orden judicial, la policía no le quiso tomar declaración y al final volvimos a mi casa, la hicimos bañar y nos dimos cuenta que la ropa interior que tenía no era la de ella. Estaba llena de semen”, recordó González. 

A partir de ese momento, Silvia denunció lo que le había ocurrido a su hija y la causa a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de Lomas de Zamora fue caratulada como “trata de persona”. 

 

"Ella contó que se escapó, que un día la llevaron por el frente de la comisaría y le dijeron, 'mira tu mamá está pegando fotos', con total impunidad. La llevaron a la villa Uno Once Catorce para venderla al Paraguay y como no la pudieron vender la llevaron a Canning de nuevo. Ahí la prostituyeron, presenció un homicidio. Con solo 14 años y en diez días vivió todo eso", relató angustiada la mujer.

Sin embargo, a ocho años del hecho, la causa aún no fue elevada a juicio a pesar de que el año pasado “cayó uno de los proxenetas”. 

“Recién el año pasado cayó un detenido, que no cayó por trata, cayó por pirata del asfalto y ahora fue vinculado a la causa. Es terrible lo que nos pasó, Milagros intentó suicidarse, quedó muy mal de la cabeza, está esquizofrénica y vive en una residencia psiquiátrica. Así y todo la causa todavía no fue elevada, estamos esperando que lo hagan, recibimos amenazas constantes para que no hablemos, vivimos con miedo. Pedimos que sea elevada para hacer Justicia”, rogó Silvia.

Silvia y su familia actualmente son asistidos por el Municipio de Almirante Brown que "se comprometió" a acompañarla a ella y a sus hijas en la búsqueda de Justicia. A pesar de ello, la mujer hizo hincapié en que "la trata es una realidad, no es solo Milagros, Ludmila y Yamilia, en Brown desaparecen otras pibas, hay que hacer Justicia por todas ellas y eliminar la trata", exigió.