Por: Diego Lanese

El lunes pasado, en el marco del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, organizaciones feministas del país se movilizaron y realizaron un paro, para denunciar entre otras cosas las diferencias de género que aún existen en el mercado laboral argentino. Los datos muestran desde hace años que las trabajadoras ganan menos y acceder a trabajos más precarios, algo que no se pudo mejorar con el correr de los tiempos. Incluso esta discriminación se da en sectores con alta presencia femenina, como el sistema sanitario, que se volvió clave en este año de lucha contra la pandemia. Los datos son elocuentes: según marca el INDEC en un reciente informe, las empleadas de la salud ganan en general un 20 por ciento menos que sus pares hombres. La situación se da en diversos ámbitos, como en la enfermería, donde la discriminación profesional hace que las diferencias salariales se dupliquen.

Los datos sobre las diferencias salariales en el sector salud, tan visible en estos tiempos de pandemia, se desprenden de un informe difundido por el INDEC a propósito del 8 de marzo. En el mismo se detallan aspectos del mundo del trabajo desde una perspectiva de género, y las diferencias que existen en materia laboral. En el caso concreto del sector sanitario, el trabajo, al que tuvo acceso Política del Sur, afirma que por cada 100 pesos que gana en promedio un varón, una mujer gana 79”. Además, “entre las edades centrales de 30 y 64 años, mientras 8 de cada 10 hombres participa en el mercado laboral, solo 5 de cada 10 mujeres lo hace”. Los servicios de salud, como los sociales, son ámbitos altamente feminizados, y según los datos oficiales “7 de cada 10 personas ocupadas son mujeres”. Pese a esto, en el ingreso medio, “la brecha de género es mayor en las ocupaciones no calificadas”.

Estas diferencias en los ingresos y la calidad de empleo entre géneros se ven nítidamente en algunas áreas como la enfermería, que está en pie de lucha por la igualdad ya no sólo entre hombres y mujeres, sino entre otros profesionales del sector. Es que la falta de equiparación salarial se suma a la brecha de género, lo que duplica la discriminación. Así lo afirman desde la Asociación de Licenciados en Enfermería (ALE), que vienen reclamando desde hace años el reconocimiento profesional en todo el país para el sector. “El 80 por ciento del personal de enfermería es mujer, y estamos absolutamente discriminadas, porque entre otras cosas cobramos hasta el 40 por ciento menos que las otras profesiones que están en el sistema de salud”, sostuvo al respecto Andrea Ramírez, enfermera del hospital Ramos Mejía de la Ciudad de Buenos Aires y referente de la ALE.

La enfermería viene luchando para que se reconozca al sector como profesional, una pelea que tiene especial interés en la Ciudad de Buenos Aires. Es que la falta de inclusión en el escalafón de profesionales genera una segunda discriminación salarial. “Se nos apartó del reconocimiento profesional, por eso estamos luchando por ingresar a la ley 6.035, que nos da además derecho a la capacitación y otros beneficios”, le aclaró Ramírez a Política del Sur. Incluso Ramírez recordó que el bono que se pagó al personal sanitaria que trabajó en 2020 en la pandemia, la enfermería cobró el 50 por ciento. “La enfermería va a salir adelante, estamos sumando muchas compañeras de todos los hospitales, estamos creciendo dando un ejemplo de lucha, queremos que haya representantes en todos los centros de salud”, recalcó.

Las diferencias salariales entre hombres y mujeres en materia salarial no son exclusivas del sector sanitario, se dan en líneas generales en todos los rubros. En este sentido, de acuerdo al último informe del Departamento de Estudios Estadísticos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), el año pasado el salario bruto promedio del total de trabajadores “fue de 67.650 pesos”, mientras el de las trabajadoras de unidades productivas “fue de 58.038 pesos, por lo que la brecha alcanzó al 16,4 por ciento”. Al respecto se recuerda que el informe “tiene como universo de análisis a los trabajadores asalariados registrados y con cobertura”.

Además, el trabajo del INDEC mostró que en la Argentina “siguen existiendo brechas estructurales con respecto a los varones, y entre las propias mujeres, en temas como inserción laboral, reparto de tareas domésticas y de cuidado, niveles de ingreso o acceso a puestos jerárquicos”. “A pesar de alcanzar, en promedio, mayores niveles educativos que los varones, las mujeres siguen mostrando una menor participación en el mercado laboral y, cuando lo hacen, son más propensas a situaciones de subocupación horaria y desocupación”, concluyó el informe.