Por: Federico Cedarri

Desde la óptica política de Juntos por el Cambio esgrimieron hace un tiempo prolongado que su objetivo para el 2021 y eventualmente para convertirse en opción de poder en 2023, pasaba fundamentalmente por la necesidad de ampliar su base de sustentación, trabajar en amalgamar distintas vertientes que contengan a sectores, quizás disonantes entre sí, pero que se apunte finalmente a generar un espacio con cierta dosis de diversificación en la oferta electoral para traccionar mas votos.

En ese sentido, se está trabajando por estas horas en consolidar aquel deseo primitivo que le pueda permitir a la alianza opositora un “engorde” en el espacio.

Así fue que en los últimos días una noticia sacudió el tablero político, comenzó a trascender la posibilidad concreta de sumar a  Juntos por el Cambio al sector del GEN que lidera Margarita Stolbizer.

Vale recordar que en la Ciudad de Buenos Aires el sector de la ex diputada nacional conforma la alianza de gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, y el alcalde porteño se constituyó en el puente que quizás culmine con la ficha de Margarita para el equipo opositor.

No obstante, mucha agua falta correr debajo del puente, Margarita no terminó en los mejores términos con Elisa Carrió que quiere ser candidata este año en la provincia preparando la plataforma para su postulación a Gobernadora en 2023, y a nadie puede sorprender que de desembarcar Margarita tenga apetencias de protagonismo electoral.

A esto hay que sumarle que la ex mandataria María Eugenia Vidal, luego de regresar de su descanso en el sur, inmediatamente se reunió en Vicente López con Jorge Macri en lo que pareció ser un llamado de atención para quienes pretenden dejarla de lado.

Si bien Vidal no mostró las cartas aún, ni confirmó si jugará en este turno en la provincia, la buena posición de Horacio Rodríguez Larreta en las encuestas nacionales, la estaría acorralando a mantenerse en el juego bonaerense.

En rigor, tanto Vidal como Carrió y eventualmente Stolbizer pueden llegar a constituirse en las tres mosqueteras electorales con las que Juntos por el Cambio pueda enfrentar al peronismo en el turno de octubre.

Interrogados por las posibles reminiscencias de algunos chispazos precedentes entre las damas, la inquietud pasa por saber cómo se acoplaría Stolbizer con sus hipotéticos nuevos socios políticos que integran la coalición.

El diputado provincial de PRO Daniel Lipovetzky no escatimó elogios ante PDS ante la posible incorporación de Margarita: “Me parece una muy buena iniciativa conversar con ella para tratar su ingreso en el espacio de Juntos por el Cambio. Tenemos muchos valores en común como la transparencia y la lucha contra la corrupción”, expresó.

“Yo he sido compañero de ella en la Cámara de Diputados de la Nación durante dos años y la verdad que hemos trabajado muchos temas juntos  y tenemos muchísimas coincidencias”, agregó.

El diputado opinó que estas charlas con Stolbizer encuadran en la lógica del objetivo de crecimiento del conjunto opositor: “Es importante para ampliar el espacio desde una visión lejana  a los extremos que creo que ahí está la clave”.

También destacó la necesidad de que Juntos por el Cambio no adquiera una postura sectaria: “Tenemos que tener una visión amplia donde no pensemos que nuestro espacio tiene que transformarse en una coalición anti peronista, sino que me parece que tenemos que tener una cualidad de incorporar sectores del peronismo y Margarita en ese marco piensa lo mismo, basta  revisar su política de alianzas en el GEN”.

“Sería una muy buena noticia que podamos trabajar juntos con Margarita y su espacio político”, anheló.

En tanto los socios radicales, pese a no desestimar su intención de ir construyendo candidatos propios para medirlos en internas, también piensan que la posible incorporación de Stolbizer representa un escenario superador para la coalición: “Si nosotros queremos crecer y ser una opción electoral con chances tenemos que agrandar nuestra base”, explicó Diego Rovella ante la requisitoria de PDS.

“Por eso tenemos que incorporar toda gente de bien, y fundamentalmente que compartan nuestra forma de pensar y hacer política, y Margarita es una de ellas”, agregó el legislador.

Volvió a insistir en la postura: “Desde el radicalismo no vemos mal su posible incorporación, al contrario es muy saludable y oxigena el espacio”.

Quienes no manifiestan tanto jolgorio con la chance de incorporar a Margarita son la tercera pata de la alianza opositora: en la Coalición Cívica despierta reparos y objeciones la presencia de la dirigente del GEN, si bien reconocen que puede aportar músculo político, dejan trascender que esa cualidad no se condice con su caudal electoral: “Margarita aporta mucha rosca interna y pocos votos”, se quejan.

Y a partir de este razonamiento se puede vislumbrar cierta inquina con la líder del GEN, debido a que el sector que promociona la candidatura de Lilita Carrió  solo reconoce con la misma capacidad de liderazgo para encabezar la boleta en 2021 a María Eugenia Vidal.

Los lilitos también muestran molestias por ciertas condiciones que impondría Margarita para formar parte de la alianza, por ejemplo cambiarle el nombre a la coalición con la intención de no asociarla a los gobiernos de Macri y Vidal.

“Sin votos ya arrancó condicionando a Juntos por el Cambio”, murmuran por lo bajo.

También aprovechan la ocasión para ratificar que Lilita jugará en la provincia y que no habrá ningún impedimento que cercene esa intención: “La candidatura de  Lilita es una decisión tomada a conciencia en un momento clave en la provincia, debido a que fortalece y potencia a Juntos por el Cambio”, fundamentan.