Por: Diego Lanese

Este miércoles, al menos tres gremios se movilizarán a la sede de la empresa de alimentos Molinos Río de la Plata, en el marco de un plan de lucha lanzado hace unos días para pedir el pago de un bono salarial de fin de año. El grupo, formado por trabajadores molineros, pasteleros y del sindicato de la alimentación, formaron a comienzo de mes una intersindical para presionar por el pago de este adicional, para paliar los efectos de la inflación y por haber sido el sector esencial desde el inicio de la pandemia. El reclamo incluye todas las plantas de la empresa de la familia Pérez Companc, como la que está ubicada en el parque Industrial de Burzaco, en Almirante Brown, que produce para La Salteña.

El pedido de la intersindical se formalizó a principio de diciembre, mediante un documento conjunto de las tres organizaciones. A partir de allí se hicieron acciones locales en las plantas de Matarazzo (Villa Adelina), Gallo (Concepción del Uruguay, Entre Ríos), Arlistán (Del Viso), La Salteña (Burzaco) y Lucchetti (Tortuguitas). Ahora, hoy miércoles se realizará una caravana a las oficinas de Molinos, en la localidad de Victoria, para pedir que se de respuesta al pago del bono de fin de año, que ubicaron en 22 mil pesos. “Entendemos que somos esenciales y que durante esta pandemia pusimos el hombro a la situación para que a cada argentino no les falten alimentos en sus hogares”, explicaron desde la intersindical.

“El bono que estamos reclamando los gremios es de 22 mil pesos, que nos parece un valor acertado a la labor que hicimos en pandemia”, remarcó Ezequiel Barbeito, delegado de la fábrica La Salteña en Burzaco, distrito de Almirante Brown. En diálogo con Política del Sur, el trabajador agregó que “como no tuvimos respuesta, vamos a marchar a las oficinas de Molinos en Victoria, con todos los delegados. Allí están todos los CEO’s del grupo”. Barbeito explicó que uno de los argumentos para el pedido es que durante este año de pandemia, tuvieron que hacer las labores “en condiciones extraordinarias”. Además, el pedido busca una recomposición salarial frente a la inflación.

Durante la pandemia, en especial en momentos que el aislamiento era estricto, hubo varios conflictos en las plantas de Molinos que hoy reclaman por el bono salarial. En La Salteña, por ejemplo, hubo dos paros en agosto para denunciar masivos contagios de coronavirus, que derivaron en intentos de cambiar las formas de trabajo dentro de la planta.

La inédita conjunción gremial abarca a molineros, pasteleros, alimenticios y aceiteros, y replica el proceso de unidad de acción que se gestó en el último tiempo en los puertos y que esta misma semana encaró una huelga que los paralizó completamente a lo largo del país. “Nos mantenemos en alerta a la espera de una respuesta favorable. En caso de no ser tomado así, nos veremos en la necesidad de tomar acciones tendientes a lograr el objetivo propuesto”, advirtieron.