

Por: Sabrina González Flores
El sábado, Lomas de Zamora fue protagonista de un acto de heroísmo y solidaridad. Ezequiel Ruiz, bombero voluntario del distrito le salvó la vida a una niña de tres años que fue llevada hasta el cuartel con las vías respiratorias obstruidas, de inmediato el hombre realizó la maniobra de Heimlich y logró que la pequeña retomara el conocimiento.
“Fue todo en una fracción de segundo, puse a la nena boca abajo, le hice la maniobra de Heimlich y reaccionó”, recordó el héroe lomense.
El acontecimiento, que de no ser por el rápido accionar de Ruíz, podría haber terminado en tragedia, ocurrió el sábado alrededor de las 6.30 de la madrugada en el Cuartel de Bomberos de Lomas, ubicado en Cornelio Saavedra 46.
Luego que Ruíz lograra que la nena retomara el conocimiento arribó la ambulancia del sistema de salud municipal y la chiquita fue trasladada al hospital Luisa C. de Gandulfo.
En diálogo con Política del Sur, Ezequiel aseguró que “es la primera vez” que le pasa algo así en sus 22 años de carrera.
"Es impresionante como cambia la situación entre acudir cuando te llaman y lo que pasó de que la situación llegara al cuartel. Hay un cambio abismal, porque una cosa es cuando te llaman, que en el camino uno va pensando qué maniobra va a usar, qué procedimiento hacer, pero en este caso el problema llegó en mi ‘estado de confort’ y ahí se ve el entrenamiento y la capacitación, no solo de mí, sino de todo el sistema”, valoró Ruiz.
En este marco, Ruíz aclaró que el ser voluntario no quiere decir que “se hace lo que puede”. “Nosotros somos voluntarios, pero eso no quiere decir que no seamos profesionales, nos capacitamos permanentemente y estas situaciones ponen en evidencia lo que aprendiste y lo que no aprendiste”, sostuvo.
De acuerdo con el héroe lomense, la chiquita ya se encuentra fuera de peligro e indicó que la obstrucción respiratoria se había producido cuando la nena estaba durmiendo, ya que “tuvo un episodio de convulsiones y se había ahogado con su propia saliva y con la maniobra se logró que expulsara la saliva y los fluidos”, informó.
Luego del dramático episodio, Ruíz, junto con otros de sus compañeros, fue al hospital a visitar a la nena y según relató la encontró “correteando por el sector de pediatría”. “Eso nos dejó tranquilos”, aseguró.
En cuanto al efecto que tuvo el acontecimiento en su vida, el bombero voluntario celebró: “Se siente una gran satisfacción que renueva las esperanzas de seguir trabajando y ser cada vez más profesional”.