Por: Sabrina González Flores

Se acercan las fiestas y aunque para muchos es un momento de celebración, para las familias con niños o familiares que padecen trastornos del espectro autista (TEA) se convierten en días de angustia como consecuencia de la pirotecnia. “Hay chicos que no pueden salir del baño durante las fiestas, pasan el 24 a la noche o el 31 adentro de la bañera, tapados de frazadas para tratar de amortiguar de alguna manera el ruido de los estruendos y evitar que lleguen al punto de agredirse”, aseguraron desde la organización TEA Banfield. 

Año tras año se realizan campañas de concientización para disminuir el uso de pirotecnia sonora, que no solo afecta a las personas con TEA, sino también a quienes padecen TGD, a los niños pequeños y a los animales, ya que en todos los casos sufren de una hipersensibilidad auditiva. En este marco, los distritos de Lomas de Zamora, Esteban Echeverría y Almirante Brown, restringieron la venta de pirotecnia en el primer caso, la prohibieron en el segundo y en el caso de Brown, no solo está prohibida la venta sino también su utilización. 

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“Nosotros hace años concientizamos sobre todo lo que significa ser o vivir con una persona con autismo y a partir de eso tratamos de concientizar con respecto a disminuir el uso de pirotecnia sonora y aunque se han hecho algunos cambios, todavía queda un largo camino”, indicó Cristian Velasco, integrante de TEA Banfield y acompañante terapeútico. 

De acuerdo con Velasco las fiestas son “muy angustiantes y estresantes” para las familias TEA porque en lugar de disfrutar deben buscar la manera de amortiguar los estruendos provocados por la pirotecnia sonora. 

“Para ellos es un ruido insoportable y llegan al punto de autoagredirse o de agredir a la persona que tienen al lado.  Hay chicos que no pueden salir del baño durante las fiestas, pasan el 24 a la noche o el 31 adentro de la bañera, tapados de frazadas para tratar de amortiguar de alguna manera el ruido de los estruendos y evitar que lleguen al punto de agredirse o agredir a quien tienen al lado, porque no pueden evitarlo”, relató el acompañante terapeútico. 

En diálogo con Política del Sur, Velasco invitó a la concientización y la necesidad de evitar el uso de pirotecnia sonora. “Falta mucha concientización para que se prohíba la comercialización y el uso de pirotecnia. Hay dos tipos de ley que se estan tratando hace años, una de ellas implica la pirotecnia sonora cero y otra con decibeles bajos, que no es lo ideal, lo ideal es que solo sean lumínicas y no sonoras”, aseveró. 

Un año difícil 

Aunque la pandemia afectó a toda la sociedad, la comunidad TEA sufrió grandes cambios que aún dejan secuelas. En esta línea, Velasco indicó que la ruptura de la rutina para las personas con TEA es sumamente perjudicial y durante este año “provocó grandes retrocesos”. 

“Muchos de los chicos tuvieron retrocesos por no poder cumplir con sus actividades y terapias. Ellos necesitan tener todo organizado y anticipado entonces al principio de año ya tenían un cronograma de actividades y eso se cortó, lo cual implicó volver a organizarse y muchas de las actividades o terapias en su momento se cortaron y aunque después se siguió virtualmente, no fue lo mismo porque cualquier tipo de contención que ellos necesiten no se puede hacer a través de una pantalla”, relató Velasco. 

A pesar de las complicaciones, Velasco celebró que “de apoco” se empezaron a retomar las terapias presenciales y aunque eso “implica volver a organizar todo”, también significa un avance para “todas las familias que sufrieron un estrés muy grande durante este año tan difícil”.