El Partido Justicialista de Lanús atraviesa un proceso de “renovación” interna, pero las nuevas caras muchas veces no son más que una forma de reciclar viejas costumbres sólo que con otros nombres a la cabeza y sin ningún cambio trascendente a nivel estructural.

Uno de los que se adjudica ser parte de la renovación PJ es el director de Asuntos Políticos en Jefatura de Gabinete de Ministros, Agustiín Balladares, pero la esperanza joven del justicialismo de Lanús nació vieja.

El ex precandidato a intendente y allegado al secretario de Economía Social del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y titular del Movimiento Evita, Emilio Pérsico, no propuso nada nuevo y sus prácticas son iguales a las del Partido Justicialista tradicional, que alejó a varios de sus integrantes y que generó fracturas internas además de derrotas en las últimas elecciones.

Desde dentro del espacio una de las cosas que le reprochan al dirigente del Movimiento Evita es que no tiene una inserción clara en los temas sociales y económicos de Lanús, que son los trascendentales en la vida de los vecinos y vecinas del Municipio.

Balladares sólo se centra en el beneficio personal y trabaja desde su candidatura, no realiza una labor en equipo. El funcionario nacional trabaja infaliblemente en el mejor camino que preserve su vanidad.

Pan solidario

Uno de los ejemplos de esto es que hace algunas semanas anunció y defendió el Programa “Pan Solidario”, que determina la puesta en funcionamiento de panaderías populares que venderán el kilo de pan a 70 pesos.

Esta medida que en el título parece popular, tiene una gran consecuencia para la gente que trabaja en blanco en la industria panaderil, ya que podría ocasionar que se pierdan fuentes de trabajo en el sector.

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Por este motivo desde varios sectores de la industria manifestaron rápidamente su rechazo, ya que al darle materiales a bajo costo a cooperativas, habría una competencia desleal con las panaderías que no pueden ofrecer esos precios.

Además, hay que comprobar las condiciones laborales que hay en esas “100 panaderías” del conurbano, las cuales todavía no se saben cuales son si es que existen y ver si quienes realizan la labor están capacitados para hacerlo.