El bloque de senadores de Juntos por el Cambio vuelve a hacer gala del mayoritario número de legisladores que ostenta en la Cámara Alta bonaerense con el propósito de generar una discusión sobre un tema remanido en la arena política: la boleta única.

Desde la coalición opositora vienen insistiendo hace tiempo con este tipo de demandas, incluso cuando gobernó María Eugenia Vidal se propició una reforma política en ese sentido con sus entonces aliados massistas que finalmente cayó en saco roto ante la falta de avances con el peronismo, y que no paso de la conformación de mesas de trabajo que no lograron avanzar en cuestiones concretas.

Ante este nuevo escenario, marcado por una situación económica inquietante, el senador Gabino Tapia, uno de los principales alfiles de Jorge Macri, renueva la intentona mediante la elevación de un proyecto que busca la modificación de la Ley Electoral con la sugerencia de generar mejores condiciones de transparencia en el acto comicial.

Desde el espacio opositor insisten en sus críticas al actual sistema de boleta de papel calificándolo de vetusto y antiguo: “se encuentra totalmente desactualizado, por lo que requiere una urgente y vital reestructuración, adaptando el mismo a los modelos utilizados y probados en otros países y en provincias de nuestro país como  Córdoba y Santa Fe”, señaló Gabino Tapia ante la requisitoria de PDS.

En rigor, la iniciativa elevada busca reemplazar a la boleta partidaria que imprime cada agrupación política, por una única; en ella se presentan a todos los candidatos de todos los partidos que participan en los comicios.

Tendrán un casillero en blanco al lado de cada postulante para que el elector pueda marcar al que prefiere. Las dimensiones finales y el diseño general serán definidas a criterio de la Justicia Electoral.

Sin dudas un sistema en apariencia simple pero que despierta reparos en los alcaldes peronistas del conurbano bonaerense por la complejidad que acarrearía su implementación en el vasto sistema electoral del Gran Buenos Aires: “sería engorrosa su puesta en marcha, además de que habría que capacitar a mucha cantidad de personas, y en esta situación de pandemia la gente está preocupada por otras cuestiones, hoy hay otras prioridades”, explica a este portal una fuente ligada  a una importante intendencia del conurbano.

Tapia, que preside la comisión de Reforma Política, donde adquirió importantes ribetes la discusión sobre esta propuesta, se muestra convencido de que el sistema de Boleta Única viene a reparar “múltiples problemas que presenta el actual sistema, como son los excesivos costos electorales, principalmente para la impresión de toneladas de papel del que solo se termina utilizando en un pequeño porcentaje, y son los partidos políticos más  chicos los que deben afrontar los importantes costos económicos para esas impresiones”.

El senador de Vicente López admitió ante este portal que no se han logrado mínimos consensos en rededor de esta temática con los legisladores del Frente de Todos: “no hemos avanzado aún en ningún acuerdo, el proyecto lo aprobamos con nuestra  mayoría en la comisión de Reforma Política”.

 “No tuvimos el acompañamiento del peronismo”, reconoció.

Sin embargo no se amilanó ante esta circunstancia y afirmo que continuará bregando en la búsqueda de coincidencias que permitan avanzar en el debate: “hay que generar conciencia de la importancia de este instrumento para la democracia, ya que determinará una mayor transparencia para el elector”, insistió.

Tapia explicó que la  modificación a la ley electoral tradicional  busca convertir el sistema en un “proceso sencillo, claro y transparente”.

También refirió que se convertiría en una importante alternativa ante el reparo de una eventual continuidad de los cuidados sanitarios: “además del objetivo de agilizar y dotar de transparencia al sistema electoral actual y dar celeridad al acto eleccionario, se trata de evitar las aglomeraciones, pensando principalmente en la pospandemia”.

Más allá del avance en el espacio de la comisión de Reforma Política, y ante una virtual aprobación por mayoría simple en el seno del Senado, la iniciativa encuentra en su camino legislativo un cuello de botella en la Cámara Baja.

Le costará a la oposición cambiemista generar los consensos en diputados, donde los bloques que votan asiduamente con el peronismo- 17 de noviembre, el monobloque Fé y algunos integrantes de Cambio Federal- no parecen muy entusiasmados con implementar este tipo de modificaciones, sobre todo porque consideran inoportuno el contexto en el que se plantean.