jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº1968

Sociedad | 15 sep 2020

ES VERDULERO Y NO PUEDE PAGARLO

Se recuperó del coronavirus pero ahora necesita un tubo de oxígeno para vivir

Ángel “Cacho” Gauto, un vecino muy querido del Barrio Federal de Monte Grande requiere de un tubo de oxígeno luego de que pulmón izquierdo quedara comprometido por el Covid-19, sin embargo, el hombre no puede costear el gasto.


Por: Romina González

Ángel “Cacho” Gauto, vecino de Monte Grande, recibió días atrás el alta médica luego de estar casi un mes internado en el Hospital Balestrini de La matanza por ser covid positivo. Como consecuencia de la enfermedad el hombre de 59 años vio comprometido su pulmón izquierdo, por lo que requiere con urgencia de un tanque de oxígeno para poder subsistir. 

Cacho, como lo conocen en el barrio, tiene una pequeña verdulería en su casa de Isla Laurie, Barrio federal de Monte Grande, pero asegura que los costos del tratamiento le resultan inalcanzables. “Me pidieron 2500 dólares, están todos locos, cuando uno más necesita es cuando más se aprovechan”, lamentó el hombre que no cuenta con obra social. 

Además del oxígeno, Gauto debe comprar una medicación que ronda los 3 mil pesos, pero al haberse tratado en La Matanza no pudo conseguirla en Esteban Echeverria. “Me descompuse en el mercado (central) y mis compañeros me llevaron urgente al Balestrini”, explicó.  

Gauto estaba trabajando en el Mercado Central cuando comenzó a faltarle el aire y se cayó, sus compañeros lo trasladaron considerando que tenía Covid, pero en el hospital determinaron que se trataba de un pico diabético, enfermedad que Cacho desconocía padecer.

 

Tras cuatro días en internación su hisopado diario dio positivo por lo que lo trasladaron de área. Luego pasó 11 días en terapia intermedia donde recibió transfusiones de plasma. “Lo que vi en el hospital es terrible. Los que van a terapia el 80 por ciento no vuelve, yo no quería ir. Me dejaron en terapia intermedia, me atendieron muy bien, pero tuve miedo”, recordó. 

“Si llegás a caer en el hospital y ves las cosas, un poncho te vas a poner no un tapabocas. Hay gente que está muy sola, gente mayor, que el 80 por ciento se va(muere). Se quejan, no pueden respirar con el oxígeno y todo, les cuesta respirar, es desesperante. El que no pasó por esto se ríe, pero después...”, narró el hombre. 

Cacho contó que le cuesta hablar y se agita al caminar, pero de todas formas asiste al comedor que tiene la iglesia donde se congrega. Tengo mucho por qué vivir”, aseguró mientras mostraba bolsones de ropa y electrodomésticos que guarda para llevar a Chaco. “Siempre vamos a Chaco, es campo. Llevamos comida y cosas que necesitan, quiero volver pronto porque vamos a hacer una plaza”, expresó. 

Si bien diferentes personas se comunicaron con él para prometerle el tanque de oxígeno que necesita hasta el momento no se ha concretado la entrega. Cacho, que siempre fue el encargado de las compras para la verdulería familiar, evita ir al mercado por temor a descomponerse. “Donde me quede sin aire me tendré que internar de urgencia”, lamentó. 

Cacho vive con sus nietos pequeños y se le llenan los ojos de lágrimas al hablar de ellos: “Tengo que durar hasta que ellos sean grandes”, expresó con la voz quebrada y si bien agradeció el esfuerzo que hicieron sus hijas durante su internación, espera recuperarse pronto para poder seguir su vida con la mayor normalidad posible. 

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