

Luego de la denuncia contra el policlínico Lomas que se realizó ayer por redes sociales, en la que se acusa al centro de salud de vender plasma para el tratamiento del Covid-19, siguen las repercusiones. Una trabajadora del establecimiento habló con Política del Sur y contó cómo es la situación que se vive puertas adentro. L
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Las principales quejas de los empleados del centro médico no tienen que ver solo con los reclamos salariales , sino con el trato que reciben de parte de los dueños y las condiciones en las que deben desempeñar sus tareas.
Según afirmó una trabajadora del área de servicos, quien pidió mantener el anonímato por temor a perder su puesto, no se respetan las condiciones de higiene mínimas exigidas para evitar contagios en plena pandemia.
Cuando en la mayoría de las clínicas se aumenta con los protocolos de sanidad, el Círculo Médico de Lomas de Zamora parece ir en contramano a toda recomendación de las autoridades sanitarias. "Los vestuarios están sucios, los baños también. Y no es por responsabilidad del personal de limpieza, sino porque no se invierte nada, son viejos y se mezquina en la provisión de elementos para el aseo", aseguró la fuente.
TRABAJADORES DENUNCIAN MALAS CONDICIONES DE TRABAJO EN EL POLICLÍNICO DE LOMAS
— POLÍTICA DEL SUR (@PDSurradio) September 9, 2020
Los trabajadores del Círculo médico de #LomasDeZamora denuncia “salarios” bajos y condiciones de Higiene insalubres en plena pandemia de #COVID19. pic.twitter.com/pRBRJPR3eO
“Cuando los trabajadores reclaman dicen que no hay plata, pero en la clínica hicieron arreglos refacciones compraron televisores, además, en los últimos meses contrataron personal nuevo”, sostuvo la empleada.
En contraposición, según el relato de la mujer, la clínica está llena por la pandemia. Incluso, se llegaron a improvisar camas para la recepción en planta baja, donde no hay habitaciones sino consultorios, porque la demanda de camas por casos de COVID-19 sigue en aumento.
Las condiciones de cuidado para los trabajadores no son acordes a la cantidad de pacientes con el virus. Según denunció de la cocinera, a las enfermeras y enfermeros se los provee de barbijos y dentales de freselina, un material que es descartable, pero que "se junta en tachos y se lava para que los vuelvan a utilizar".
"Hasta la comida viaja en el mismo ascensor que el personal de salud, de los insumos y hasta de las personas que se atienden en la clínica, porque se rompió el montacargas y no lo arreglaron. No solo convivimos con el virus sino que estamos siendo expuestos a él todo el tiempo por la propia clínica", afirmó la mujer.
Al momento de pedir aumentos, la trabajadora afirmó que desde el centro de salud se esgrime que está quiebra con explotación comercial, por lo que no se realizan mejoras salariales, y en algunos casos “no pagan indemnizaciones por esta razón”. Además, “están suspendiendo gente”, a pesar del decreto del presidente Alberto Fernández que impide la suspensión y el despido de personal durante el lapso de la pandemia.
Según contó, los trabajadpores de la clínica cobran el ATP (Asistencia al Trabajo y la Producción) que da el Gobierno, de 16.800 pesos, y tienen dificulatardes para cobrar el resto del salario del que debe hacerse cargo el Policlínico.
Reveló además que "en mayo dieron un bono de ocho mil pesos y que todos los meses” se les “descuenta parte” de esa gratificación junto “a la jubilación”, a modo de "devolución". “Simpre buscan motivos para bajar sueldos, a mi me descontaron una suma importante bajo la excusa de que había hecho mal mi trabajo”.