El fin de las reelecciones indefinidas en los distintos cargos ejecutivos y legislativos en la provincia de Buenos Aires es ley desde agosto de 2016 a partir de un proyecto presentado por el massismo. Sin embargo, la norma genera polémica porque perjudicaría especialmente a aquellos intendentes que se encuentran en el poder hace años, incluso décadas.

El argumento principal para rechazar la obligación de no renovar más de dos períodos consecutivos es que hay grises en la norma que dan lugar a varias interpretaciones, y a medida que se acercan las elecciones legislativas del 2021, así como la discusión se acrecienta, las posibilidades de que finalmente se dé marcha atrás también se barajan.

Por caso, Esteban Echeverría es gobernado desde hace más de doce años por Fernando Gray, quien asumió en 2007 en representación del Frente para la Victoria, sucediendo a Alberto Groppi y cuando Cristina Fernández era electa Presidenta de la Nación por primera vez. En este sentido, su último mandato es el que está en curso: comenzó el año pasado y finalizará en 2023 (para entonces, habrá tenido 16 años de gobierno ininterrumpido).

En cuanto a los concejales, por el Frente de Todos, hay varios históricos que no podrían renovar en 2021, como la propia esposa del jefe comunal, Magdalena Goris de Gray, que accedió a un primer mandato en 2013 y luego al segundo en 2017. Si bien, por supuesto, su cargo se extendería hasta 2021, en 2019 se ubicó en la lista de senadores provinciales por el Frente de Todos y resultó electa, por lo cual debió tomarse licencia en el HCD.

Otro edil al que se le vence el mandato el año próximo es a Daniel Saavedra, que accedió a una banca por primera vez en 2005 con el Frente para la Victoria y continuó haciéndolo de forma consecutiva hasta 2017, por lo cual este sería su último período en el deliberativo local.

Un dato curioso es lo que ocurriría con la presidenta del Concejo Deliberante, Analía Pérez, que pese a tener dos años más que Saavedra allí, continuará hasta 2023: comenzó en 2003 y su escaño se fue renovando ininterrumpidamente hasta el 2019. Cabe recordar que, además de esa trayectoria legislativa, la edil es titular del Cuerpo desde 2007 y se convirtió así en la primera mujer de la historia del distrito en ocupar ese rol y en alcanzar trece años de mandato en la provincia de Buenos Aires.

En lo que respecta a Juntos por el Cambio, de los siete ediles que conforman la bancada, hay uno que no podría presentarse a un tercer mandato: Pablo Losada, integró el vecinalismo del exintendente Alberto Groppi y en 2013 fue electo por primera vez con el Frente Renovador y cuatro años más tarde renovó con Cambiemos. De modo que, con la nueva ley, no podría retomar la banca en 2021. Junto a Gabriela Bachetto, también vecinalista, es conducido a nivel provincial por el intendente de San Isidro, Gustavo Posse.

Sobre el resto de los ediles cambiemistas, ninguno se encuentra en una situación similar: Luciano Gómez Alvariño (PRO) ingresó en 2015 por primera vez y renovó en 2019; y Gloria Basile (UCR) asumió su primer mandato en 2017. En tanto, Mirta Peralta (UCR), Horacio Bonelli (PRO) y Daniela Felizola (PRO), accedieron a su primer período como concejales en 2019. Además, Evert Van Tooren (PRO), accedió a la banca en 2017 y el año pasado se tomó licencia en el marco de las elecciones, cuando se presentó como candidato a intendente. Todavía no retomó la actividad y es reemplazado por Bachetto.