jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº1968

Temperley | 26 may 2020

ENTREVISTA EXCLUSIVA

Cristian Chimino: “Estando en Temperley fui muy feliz”

El ex lateral del Gasolero habló a fondo con Deportes del Sur: las tres salvaciones con el Cele, el sentimiento de pertenencia con el club y una posible vuelta a futuro: "Esperemos que los caminos nos vuelvan a cruzar", anheló.


Cristian Chimino es oriundo de Luján, pero desde que llegó al Gasolero allá por 2015, se adueñó de la camiseta celeste desde un primer momento. Su carisma y su entrega generó que se meta a la gente de Temperley en el bolsillo.

En una charla a fondo, el defensor de Patronato recordó los tres campeonatos donde se salvó del descenso con Temperley, habló de su carrera personal y un futuro que puede estar ligado al club de Turdera.

- Dejaste un gran recuerdo en el Gasolero. ¿Seguís recibiendo el cariño del hincha de Temperley?

- El cariño de la gente es mutuo, tanto con la gente como con la institución he quedado muy marcado, con un sentido de pertenencia muy grande, tanto yo como mi familia. Tengo siempre los mejores recuerdos de Temperley.

- ¿Qué recordás de tu paso por Temperley?

- Fueron tres campeonatos los que nos salvamos. Cuando estaba en Arsenal y decidí irme a Temperley, todos me decían que era una locura porque recién ascendía e iba a bajar enseguida. Yo no dudé, fui, seguí mi corazonada y salió perfecto,porque tuve un crecimiento personal y profesional muy grande en el club. En Temperley conocí gente maravillosa, es un club que es de los hinchas, está lleno de hinchas genuinos todo el día. Gente que todo el tiempo apoya a la institución, es un club que siempre ha hecho obras. Es un club que lo llevo en el corazón. Si bien soy hincha de Luján, tengo a Temperley en el corazón.

- En cuanto a las salvaciones, ¿qué recordás de cada una?

- Todas fueron justas, excepto la del 2015, porque sufrimos demasiado. Faltando seis fechas, necesitábamos un punto que no podíamos sacar, había mucho nerviosismo. Habíamos tenido un gran torneo y, faltando seis fechas, nos agarró la cagadera, no podíamos sacar ese punto. En 2016 estuvimos tranquilos y en 2017 hicimos un campeonato. Estábamos a 14 puntos. Haberlo logrado de la manera en que lo logramos, con lo que jugamos, a qué jugamos, y todo fue como salir campeón, y la gente nos demostró ese cariño. Esa noche llegamos a la cancha, la popular estaba llena, la platea estaba llena, se festejó como un ascenso, y es lógico porque nos daban por muertos. Estábamos a 13 puntos y lo logramos jugando bien a la pelota.

- ¿Cómo era aquel plantel?

- Ese plantel fue bárbaro, hacíamos unos asados, picadas terribles. Gustavo (Álvarez) se agarraba unas calenturas, nosotros le llevabamos picadas, berenjenas al escabeche. Teníamos un grupo fenomenal, eso hizo lo que logramos. Estábamos dirigentes, colaboradores, administradores, los de mantenimiento, era una familia. Es la familia más grande del sur. Ese semestre que se vivió fue terrible, dejamos la piel en cada partido. Sabíamos que teníamos que ganar todos los partidos, ganamos siete, empatamos tres y perdimos dos. Y salimos del descenso en la última fecha.

- ¿Lograste un sentido de pertenencia inimaginable con el club?

- El sentido de pertenencia que yo tenía con el club y siento tener es tremendo. Terminaba los partidos y estaba pensando en el otro que teníamos que ganar sí o sí, jugaba con mi hijo en la semana y estaba pensando en que teníamos que ganar el próximo partido. Si me tocaba irme al descenso con Temperley, me iba a morir, iba a ser un golpe muy fuerte en mi carrera. El sentido de pertenencia que tengo con el club es tremendo, e irme al descenso con Temperley hubiese sido muy shockeante para mí.

- ¿Qué te dejó tu paso por Temperley?

- Estando en Temperley fui muy feliz por el cariño que a mí me brindaba la gente de Temperley. No creo que lo vaya a vivir en otro lado. Siempre fui querido en los clubes en donde estuve, pero lo de Temperley no creo que lo vaya a volver a vivir en mi vida. A nivel futbolístico, fue muy bueno lo que hicimos, me permitió despegar e ir a un club a tratar de jugar una copa internacional, que era un sueño que tenía yo. Pude jugar la copa internacional, haber salido cuartos, haber ganado tantos partidos. Ese también fue un momento muy lindo. Pero el sentido de pertenencia que tuve en Temperley hace que haya vivido los mejores momentos ahí.

- ¿Estás atento a lo que pasa en el club hoy por hoy?

- Siempre lo sigo, miro todos los partidos. Hablo con el utilero, no me queda nadie ahí para hablar, con el Tiki hablo poco, es una realidad. Hablo con el Kily (Prado), con Tomassone, he quedado muy marcado. A mí Temperley me marcó mucho y va a estar en mi corazón y el de mi familia, porque mi esposa quedó encantada con el club. Es un cariño muy grande el que tengo.

- ¿Imaginás una vuelta?

- En algún momento me gustaría volver. Quiero aprovechar al máximo mi estadía en Primera División. Si los caminos nos vuelven a cruzar, voy a estar encantado de volver. Dios quiera que Temperley ascienda, hincho porque gane todos los partidos. Miro partidos de Temperley y de Luján, quiero que ganen los dos, es la realidad.

- En charla con Gastón Aguirre, dijo que vos habías comenzado tu carrera de grande. ¿Concidís?

- Es la realidad lo que dice el Tonga, tiene razón. Me ha costado mucho afianzarme en el Nacional B en Ferro, siempre me trajeron dos o tres refuerzos hasta que un día me la pude a ganar. Me fui a Arsenal, me costó, después fui a Temperley y pasó lo que pasó.

- Y hoy estás asentado en la Primera División.

- Hoy me siento capacitado para jugar en cualquier equipo de Argentina. Hace cinco años que vengo jugando todos los partidos, excepto por la lesión que tuve. Me siento capacitado para jugar en cualquier grande, es la realidad. Es como dice el Tonga, arranqué tarde, pero estoy más vivo que nunca, estoy en mi plenitud y me siento capacitado para enfrentar cualquier compromiso con cualquier club grande. No siento tener tanta diferencia con los clubes grandes. En un club grande estás más para atacar que defender. No es lo mismo que te pongan en posición de ataque cinco veces por tiempo a que te pongan una vez por tiempo. Sueño y me entreno año a año para ser el mejor en mi posición, siempre sueño con lo máximo. No reniego de lo que estoy haciendo porque gracias a Dios juego. Estoy al pie del cañón para lo que sea, no me siento menos que nadie.

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