viernes 11 de julio de 2025 - Edición Nº2410

Gremiales | 15 abr 2020

PANDEMIA Y MERCADO LABORAL

Un informe alerta que sólo el 35 por ciento de los trabajadores puede cumplir el aislamiento

Desde el Centro Capacitación y Estudios sobre Trabajo y Desarrollo (Cetyd) aseguran que los efectos de la cuarentena se harán sentir en un escenario que en la previa “ya era frágil”. Por eso, piden más medidas sociales para los sectores vulnerables.


El Centro Capacitación y Estudios sobre Trabajo y Desarrollo (Cetyd) aseguró esta semana que la pandemia del coronavirus puede producir "cinco transformaciones y desafíos laborales", como "la protección social de empleados precarios, la jerarquización del cuidado, la extensión y formalización de las tareas a distancia, el incuestionable regreso del Estado y la distribución de la riqueza".

 

El Cetyd analizó en un nuevo informe las políticas implementadas a nivel nacional y mundial para mitigar el impacto de la crisis sanitaria en el empleo y las transformaciones y desafíos que producirá el coronavirus en el mundo laboral.

 

"La contención de la proliferación del virus y la garantía de los ingresos ciudadanos no son objetivos excluyentes. La Argentina afronta la crisis en un escenario que ya era de elevada fragilidad. Durante el aislamiento social, sólo el 35 por ciento de los trabajadores activos tiene capacidad de mantener total o parcialmente la actividad y/o sus ingresos", indica el trabajo del centro, que cumple sus funciones de manera estrecha con el Instituto de Altos Estudios Sociales (IAES) y la Universidad Nacional de San Martín (Unsam)

 

Sobre la protección social de los sectores precarios que podría generar el virus, dice que la crisis insta a los países a avanzar en la inclusión de ese personal en esos sistemas, y que "el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) es de aplicación circunstancial pero continúa el camino de las moratorias previsionales, la Asignación Universal por Hijo (AUH) y el salario social complementario".

 

"A través de las políticas de contención en el contexto de la pandemia, el Estado cristaliza el creciente reconocimiento social a la economía del cuidado. Además, el aislamiento social demostró que muchas tareas pueden realizarse a distancia, por lo que el desafío es ampliar la disposición de herramientas y definir una normativa adecuada como marco regulatorio para esas actividades", apunta.

 

El estudio también indica que la crisis sanitaria, del mismo modo, evidencia que el Estado es "el más importante y eficiente ordenador social, que a las sociedades les hace falta mucho más Estado y a este muchos más recursos".

 

Otra consecuencia es que con las políticas de emergencia, el Estado surge como sostén de los ingresos de más de la mitad de la población económicamente activa, situación "de imposible sostenibilidad en el tiempo", por lo que la excepcionalidad obliga a discutir cómo la sociedad recauda sus ingresos, distribuye su riqueza e invierte sus recursos.

 

"De manera segura será necesario reasignaciones de partidas presupuestarias, impuestos extraordinarios o reformas tributarias", concluye el informe.

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