Este lunes se llevó a cabo la quinta audiencia del juicio por el crimen de Anahí Benítez, en la que prestó declaración Diego Tula, adiestrador del “Can Bruno”, el perro que dirigió a los efectivos policiales que intervinieron en la búsqueda de la joven a la casa de Marcos Bazán, único imputado juzgado en el proceso. 

Durante su relato, el más extenso y trascendental de ayer, el guía del animal de raza Weimaraner detalló a los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 7 de Lomas de Zamora “el recorrido que hizo el perro” y “como rastreó” el olor de Bazán y de la víctima. “Por las indicaciones del perro, la víctima estuvo en el galpón ubicado dentro de la Reserva Santa Catalina”, señaló sobre el lugar que estaba a metros de la casa del acusado. 

Según precisó, habría utilizado un corpiño y una plantilla de un calzado de la estudiante del ENAM de Banfield como elemento de prueba. Mismo procedimiento utilizó el especialista en la casa del profesor de la adolescente que fue detenido. Sin embargo, en esa ocasión, la busqueda dio negativa. 

Por pedido de las partes, Tula fue requerido como “testigo reservado” y se puede solicitar su presencia más adelante. Mientras tanto, el juicio continuará hoy con más testimonios. 

La palabra de Silvia Pérez 

En diálogo con Política del Sur, la mamá de Anahí, Silvia Pérez Vilor, consideró que “fue una audiencia clave para demostrar la culpabilidad de Bazán”. “Por más que la defensa trató de desacreditarlo, Tula es una autoridad en su materia y mi hija estuvo en ese lugar”, expresó. 

Por último, manifestó que “él no puede decir más que no lo conocía (a Anahí)”. “Estoy absolutamente convencida, como dije siempre, de la culpabilidad de Bazán”, afirmó.