domingo 22 de junio de 2025 - Edición Nº2391

Provincia | 11 feb 2020

REPARTO DE FONDOS PROVINCIALES

Tras la "vaquita" de los intendentes, Kicillof publicó el nuevo índice de copartipación en la Provincia

A una semana del frustrado acuerdo con los acreedores del BP21, el gobierno de Axel Kicillof oficializó el Código Único de Distribución (CUD), que establece la distribución para las 135 intendencias bonaerenses en materia de coparticipación. La medida se da días después de la “colecta” que tuvo que hacer con jefes comunales del Conurbano para que la Provincia de Buenos Aires no entre en default.


El gobierno de la provincia de Buenos Aires oficializó el Código Único de Distribución (CUD). A través del Ministerio de Hacienda y Finanzas, la administración Kicillof estableció la normativa que determina el caudal de fondos que reciben los distritos bonaerenses en materia                  de coparticipación. 

El número guarda relación con los datos demográficos de cada uno de los 135 distritos de la provincia, su relevancia turística, su capacidad productiva y de recaudación, ya sea absoluta y per cápita de los mismos. La noticia se dio a días de la “colecta” que el mandatario provincial instó a los intendentes. Habría que preguntarse si los montos utilizados por los jefes comunales guardan relación con lo recibido en materia de copartipación.

El distrito que más recibirá en términos de coparticipación en 2020 será La Matanza (7,352). No sorprende, siendo el distrito con mayor población de la provincia (casi 2 millones de habitantes) y con un dirigente (Fernando Espinoza) del riñón del kirchnerismo.

En tanto, los distritos con los índices más bajos son Tres Lomas (0,184), Pila (0,155), Tordillo (0,069) y Pellegrini (0,135). Son intendencias con poblaciones que van de los 2.000 a los 10.000 habitantes.

 

En lo que respecta a la región, el ranking fue el siguiente:

Lomas de Zamora 2,468

Almirante Brown 2,079

Esteban Echeverría 1,473

Avellaneda 1,261

Lanús 1,811

Presidente Perón 0,400

San Vicente 0,336

La tabla de posiciones es similar a la que deriva de la distribución de las tarjetas AlimentAr. Con la implementación del Plan Argentina contra el Hambre, se repartirán más de 1,4 millones de tarjetas AlimentAR, de las cuales cerca de medio millón serán distribuidas en el Conurbano bonaerense. Vía esta iniciativa, Nación le aportará de manera extra un 8 por ciento de los fondos percibidos para la compra de alimentos que serán destinados a los fondos de recaudación por Tasa de Seguridad e Higiene.

En este sentido, el distrito más favorecido de la región había sido Lomas de Zamora. Un beneficio que guarda relación con la cantidad de población que posee: más de un millón de argentinos viven en el distrito que gobierna Martín Insaurralde.

Lomas de Zamora recibía 26.209 tarjetas y con esto percibirá en materia de recaudación tributaria por la tarjeta alimentaria 12 millones de pesos. Le sigue Almirante Brown con 11,7 millones (24.500 tarjetas). Después, Esteban Echeverría con 5,4 millones (13.500). Lanús, en tanto, está en el cuarto puesto con 4,4 millones de pesos (10.276), y Avellaneda 3,6 millones (9.300 plásticos).  Por lo tanto, pareciera que la lógica se repite.

Ahora bien, volviendo al meollo de la cuestión, al hecho de que tras el frustrado acuerdo con los tenedores del BP21 el gobernador Kicillof tuvo que acudir a una nueva colocación de letras del Tesoro provincial que le permitan pagar los 250 millones de dólares a los acreedores, y si bien muchos de los compradores de esas letras fueron privados, también hubo varios municipios del Conurbano bonaerense gobernados por intendentes peronistas que aportaron desde las arcas locales.

Según el diario La Nación, Almirante Brown, Esteban Echeverría y La Matanza fueron de las intendencias que ayudaron a encaminar el pago a los tenedores del BP21.

Almirante Brown habría comprado letras por 140 millones de pesos; Esteban Echeverría, otros 100 millones, y Lomas de Zamora y Avellaneda también con montos millonarios. En definitiva, la recaudación de Kicillof, la vaquita peronista sumó aproximadamente 9.300 millones de pesos, equivalentes a casi 150 millones de dólares: las dos terceras partes que había que pagarle a los tenedores del BP21.

En definitiva, el toma y daca, el karma financiero, el favor y la gentileza, se dio en algunos casos de manera “equitativa” en distritos como Brown y Esteban Echeverría. Lo cierto es que el papel de los intendentes fue crucial y habrá que ver cómo afecta esto en las políticas de gobierno que de aquí en más el gobernador bonaerense realice a costa de no generar mayores incertidumbres financieras. No hubo default, pero como dicen algunos dirigentes de Juntos por el Cambio, se volvió a foja cero.

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