Por: Diego Lanese

En una entrevista con la cadena de noticias norteamericana CNN, el titular de SBASE, Eduardo De Montmollin, admitió que la compra de formaciones para el sube, realizada en 2011 al Metro de Madrid, incluía la información de la presencia de asbesto en varias piezas, pero que no se leyó.

 

La insólita justificación de por qué se gastaron millones de dólares en trenes que ahora deben ser retirados de circulación por ser un peligro para los trabajadores y los pasajeros confirman las denuncias de los “metrodelegados”, que vienen hace años trabajando para que el Gobierno de la Ciudad y Metrovías concreten un plan seguro para el retiro de este material cancerígeno.

 

Los pedidos hasta el momento fueron escuchados parcialmente, y ante la evidencia de que no sólo en la línea B hay material rodante comprometido, ayer el gremio inició un nuevo plan de lucha, que finalizará este miércoles con un paro de dos horas.  

 

Esa medida de fuerza -lanzada por la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP)- apunta contra la falta de respuestas a los pedidos de un plan para retirar de manera segura las piezas contaminadas con asbesto, que primero se dieron en dos formaciones de la Línea B (la CAF 5000, comprada a España, y la flota Mitsubishi, que en julio se confirmó que tiene remanentes del material), y ahora están en otros vagones, como algunos de las líneas C y D.

 

“Debido a la falta de respuesta por parte del gobierno de la Ciudad a nuestro reclamo de iniciar la compra de una flota completa de trenes libres de asbesto y plan de desasbestización, se ha aprobado el inicio de un plan de medidas de autodefensa”, informaron desde el gremio.

 

Las protestas comenzaron ayer con la apertura de molinetes en las estaciones de la línea B, entre las 17 y las 19. En tanto que hoy los abrirán en estaciones de la línea D, desde las 8  hasta las 10 y desde las 17 hasta las 19.

 

Finalmente, destacaron los “metrodelegados”, el miércoles habrá un paro de las líneas B y D entre las 5.30 y las 7.30. “Esto es para que las empresas privadas y estatal realicen el muestreo de las piezas que nosotros denunciamos el año pasado como contaminadas con asbesto”, le dijo a Política del Sur el secretario de Salud Laboral del gremio, Francisco Ledesma.

 

El sindicalista recordó que vienen denunciando desde marzo del 2018 la presencia del asbesto en el subte. “Las flotas de las diferentes líneas están en su mayoría contaminadas por este material cancerígeno, y a pesar de tener conocimiento de esta situación, ni SBASE ni Metrovías han hecho nada en los últimos 15 años para modificar esta situación que pone en riesgo la vida de miles de trabajadores y trabajadoras del subte”, agregó Ledesma.

 

Bajo la denominación de “asbesto” (o amianto) se engloba a un conjunto de compuestos minerales, químicamente emparentados entre sí (silicatos hidratados de calcio, sodio, hierro o magnesio), que están presentes en la naturaleza y poseen ciertos atributos que los hacen deseables como insumos en muchas ramas de la industria.

 

Según un trabajo realizado por la Fundación Soberanía Sanitaria, “el asbesto ha sido incluido en el grupo de sustancias o compuestos probadamente cancerígenos para el hombre (IA) de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer de las Naciones Unidas (IARC)”.

 

Desde la Secretaría de Salud Laboral confirmaron que en los últimos estudios realizados en empleados de distintos puntos de la red de subtes, al menos diez dieron positivo a la presencia de asbesto en sus cuerpos, y si bien son por el momento cuadros leves, no pueden volver a tener contacto con el material, prohibido en el país desde principio de los años 2000.

 

Hasta el momento, las flotas donde se detectaron piezas con asbesto fueron retiradas de circulación. Pero los “metrodelegados” aseguran que actualmente circulan en el sistema de subtes porteños trenes con asbesto en la línea C, en las formaciones Nagoya y Fiat; y en la línea E, en los coches CAF GEE, originarios de España.