Con un primer tiempo muy sufrido, pero con un gran segundo tiempo con los ingresos desde el banco de suplentes, Argentina se recuperó de un 0-2 en contra, y con goles de Lucas Alario y de Lucas Ocampos, le empató a Alemania sobre el final.

El primer tiempo mostró al juego alemán muy superior, que lograba atacar con ventaja ante una Selección que no efectuaba rápidamente la transición defensiva y que tenía en Marcos Rojo al abanderado de las bajas producciones individuales. Tal es así que a los 15 minutos, Gnabry anticipó a todos en el área, y ante la salida de Agustín Marchesín, definió con destino de red.

Pero eso no sería lo único de Rojo. El defensor del Manchester United, con poco rodaje en los últimos años, hizo casi todo mal, incluido su error en la jugada previa al 0-2, y sonó lógico que no haya salido a jugar el segundo tiempo. 

El partido pedía un ajuste y Scaloni aprovechó el entretiempo para mover sistema y nombres. Adentro Acuña y Ocampos, afuera Rojo y Correa. Y del 4-2-3-1 al 3-4-3. Ahí se notó la mejora futbolística de Argentina. Alemania le cedió aún más la iniciativa y presionó no tan alto, lo que le permitió al conjunto nacional monopolizar la pelota en campo contrario. 

Así, tapó el fútbol rival y llegaron los goles para el empate. Primero, un centro preciso de Acuña y un gran cabezazo de Alario para batir a Ter Stegen, que puso el partido 1-2.

Luego, sobre el final, una jugada individual de Alario terminó con un remate de Ocampos que se desvió en el camino y se le metió junto a un palo al arquero del Barcelona.

Luego de este empate, Argentina enfrentará al seleccionado de Ecuador el próximo domingo desde las 9.