

El juicio por el crimen de Sebastián Scriva (60), el comerciante asesinado en el marco del robo de la recaudación de su pizzería en febrero de 2018, comenzó ayer y seguirá hoy con la palabra de la segunda tanda de testigos citados a declarar.
Durante la primera audiencia del proceso en el que son juzgados David Nicolás Acosta (20) y Héctor Ángel Pereyra (19), la viuda de la víctima, Graciela Burgos, recordó lo ocurrido y reconoció una campera incautada a uno de los detenidos como la que habría usado el asesino de su marido al momento del hecho, ocurrido en frente del local de comidas ubicado en Barrio Lindo, partido de Almirante Brown.
Antes de comenzar los debates, las partes manifestaron los lineamientos del caso ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 10, encargado de juzgar a los imputados.
Así lo hicieron, en primer lugar, el fiscal al frente de la instrucción, Guillermo Morlacchi, quien manifestó que durante la parte probatoria tratará de demostrar “la responsabilidad penal” de ambos sospechosos, mientras que las abogadas defensoras sostuvieron la inocencia de sus clientes y señalaron que pedirán la absolución. “Mi defendido no estuvo en el lugar del hecho”, alcanzó a decir una de las letradas.
Al momento de ser llamada a prestar declaración, la viuda de Scriva relató lo sucedido al momento del homicidio. La mujer contó que los autores llegaron al lugar a bordo de una moto y que el acompañante bajó, le apuntó con un arma y tras despojar a su esposo de la recaudación del negocio (entre 8.000 y 11.000 pesos), le disparó en dos ocasiones a menos de un metro de distancia, sin mediar palabra.
Además, describió las características de los agresores, entre los cuales pudo aportar mayor información sobre el autor material de los disparos, debido a que el conductor “tenía casco y no se bajó”, precisó.
“El que le disparó era joven, de cerca de 20 años, alto y de tez clara”, indicó. Sin embargo, el dato más importante de la jornada giró en torno a una prenda incautada al imputado Acosta al momento de su arresto, que Burgos reconoció como la que habría tenido puesta el asesino.
Se trata de una campera deportiva de Real Madrid de color rosa, tomada como elemento de prueba por parte del Ministerio Público Fiscal.
El resto de los testigos presenciales de la causa coincidieron este martes en los dichos de la esposa del pizzero asesinado y también señalaron la campera como la que habría utilizado el homicida.
Esta mañana se llevará una nueva audiencia testimonial antes de que los jueces Silvana Silvestrini, Daniel Mazzini y José Polizza determinen el resultado del hecho que se investiga.
Sebastián Scriva (60) atendía su pizzería, ubicada en la esquina de Madariaga y Portugal, y fue abordado por dos motochorros cuando se disponía a cerrar el local. Tras despojarlo de la recaudación, lo balearon en el pecho y escaparon del lugar, mientras la víctima falleció en el hospital Santamarina de Monte Grande.
Los presuntos agresores cayeron horas más tarde al ser reconocidos por la Policía en el mismo centro de salud donde eran atendidos por un accidente de tránsito. Salieron alcoholizados de un boliche de Esteban Echeverría, donde habrían gastado parte del botín.