

La Asociación Judicial Bonaerense (AJB) anunció que este jueves llevará a cabo un paro total de actividades, en rechazo al aumento dispuesto por el gobierno de María Eugenia Vidal a cuenta de futuras paritarias, y exigieron la apertura de negociaciones.
A través de un comunicado de prensa, AJB detalla: “Las y los judiciales de la provincia de Buenos Aires reclamamos al gobierno provincial la urgente convocatoria a paritarias y una propuesta salarial que incluya la aplicación de la cláusula gatillo y la recuperación del salario perdido en 2018.”
En este sentido, los judiciales paralizarán tareas para movilizar en la Capital provincial hacia el Ministerio de Economía bonaerense y contarán con el apoyo de varios gremios.
“Mientras continúa sin convocar a la mesa de negociación salarial a la AJB, el Ejecutivo provincial informó el envío del instructivo para la liquidación de un nuevo anticipo a cuenta del futuro acuerdo paritario, equivalente a 4,9 por ciento a partir del 1° de septiembre, calculado sobre los haberes del mes de diciembre de 2018”, agregan.
El comunicado concluye que con “este nuevo anticipo el incremento acumulado en lo que va de 2019 alcanzaría el 30 por ciento, en un contexto en el cual la inflación proyectada para este año supera el 55 por ciento”.
La situación salarial de los judiciales bonaerense es cada vez más compleja, en especial por la ausencia de un diálogo para lograr un acuerdo. En esta situación, los judiciales se encuentran entre los que más perdieron con respecto a la inflación, ya no sólo este año, sino en toda la era Macri.
Según un informe elaborado por el Observatorio Jurídico de la CTA Autónoma, los empleados de la Justicia bonaerense están quintos en esta tabla, que encabezan los periodistas y trabajadores de prensa, tanto si se compara su convenio colectivo con la inflación o si se lo mide en dólares.
El trabajo establece que los judiciales perdieron en términos reales -entre el tercer trimestre de 2015 y el mismo período de 2019- un 20,7 por ciento de su poder adquisitivo si se lo compara con la inflación que mide la Ciudad de Buenos Aires, y un 45,5 por ciento si se lo mide en dólares.
Los que más perdieron fueron los trabajadores de prensa (32,4 por ciento y 53,6 por ciento, respectivamente), los empleados de la Administración Pública (31,2 y 52,9 por ciento) y los metalúrgicos (21,1 y 45,8). “La licuación del salario de los trabajadores ha tenido una magnitud que sólo puede compararse con aquella que se produjo como consecuencia de las grandes crisis de fines de los años '80 y del año 2001”, asegura el informe, al que tuvo acceso Política del Sur.
El informe cuestiona si aún “es posible preguntarse, como todavía sostienen representantes patronales, que el problema de la economía argentina se origina en sus altos costos laborales, sean estos salariales o no salariales. En otras palabras, luego de una reducción de casi el 50 por ciento del valor del salario en dólares, parece difícil seguir insistiendo en que el ajuste debe ser aún mayor”.