

Un grupo de padres de alumnos que asisten a la Escuela de Educación Secundaria 39 de Adrogué denunció un presunto caso de abuso policial que habría ocurrido el viernes a la tarde dentro del establecimiento, donde los menores habrían sido amenazados y hostigados por efectivos de la Policía local.
“Los tiraron al piso, los golpearon en las costillas y les pegaron cachetazos en la nuca”, contó a Política del Sur Emanuel Iglesias, padre de un chico de 14 años que habría sido reprimido. “Les dijeron todo tipo de groserías y amenazas. A mi hijo le apuntaron con armas y lo obligaron a cantar el Himno Nacional”, relató el hombre.
El hecho ocurrió el viernes pasado alrededor de las 19, cuando ocho jóvenes de entre 10 y 16 años jugaban al fútbol en el playón de la institución educativa ubicada en Presidente Perón 340, donde los uniformados -que no fueron identificados- habrían llegado por un llamado al 911 de la directora de la escuela, quien no quería que los menores jueguen en el patio.
“Yo lo llamaba a mi hijo para que venga a casa y los policías, enfrente de la directora, no no lo dejaron que atienda”, contó Emanuel, y agregó que la mujer habría sido desafectada por el Consejo Escolar de Almirante Brown a raíz de lo ocurrido. “Ella los retaba y los amenazaba con ponerles sanciones y trabajos comunitarios”, acusó.
Según comentó a este medio, después de ser demorados y requisados, los menores habrían sido interrogados en el interior del edificio. “Mientras los chicos estaban adentro, uno de los nenes que se pudo esconder arriba del techo salió corriendo para avisar a los padres”, señaló.
Los padres afectados radicaron la denuncia en la Comisaría de Adrogué y ahora interviene la dirección de Asuntos Internos de la Provincia de Buenos Aires para establecer la identidad de los agentes involucrados. Los menores regresarían hoy a clases.
Mientras tanto, la causa sigue su curso, caratulada como “abuso de autoridad y lesiones“ por la UFI 8 especializada en delitos vinculados a la violencia institucional de Lomas de Zamora, a cargo de la fiscal Amalia Sosa.
“Pudo haber sido una tragedia, porque a uno de lo chicos casi lo atropella el tren cuando corría, y cualquiera de ellos pudo haber recibido un tiro de las armas reglamentarias con las que les apuntaban”, concluyó el padre.