

La primavera en Turdera no empieza si no es con la Semana de la Juventud (SeJu). Desde hace 47 años el evento reúne a montones de adolescentes en edad escolar que durante dos fines de semana se apropian de las calles del barrio para expresarse, divertirse y compartir. “A partir del encuentro entre pares” promueve el crecimiento personal de cada uno de sus participantes, aseguran desde la organización.
El evento tuvo su gran cierre ayer con el ya tradicional desfile de carrozas. La actividad consiste en que las tribus, pequeños equipos, exhiban los carros que han montado para la ocasión y vecinos y familias se vuelven espectadores del circuito alrededor de la Plaza San Martín. El evento comenzó el viernes 13 de septiembre y mantuvo actividad durante los dos últimos fines de semana.
“El objetivo siempre fue múltiple. Los chicos suelen tener un espacio de recreación para ellos, pero también hay otro objetivo importantísimo de la SeJu, que siempre fue la transmisión de un mensaje a los jóvenes”, explicó Juan Pablo Fiorenza, miembro de uno de los departamentos de la organización. El lema de este año fue: “Construyamos el lugar donde podamos ser”.
El mensaje tiene un sentido “evangelizador”, contó Juan Pablo a este medio, y aclaró que es diseñado durante todo el año para presentar el día de inauguración de la SeJu. En esta oportunidad, lo que se buscó transmitir fue la idea de “la libertad y el poder de un joven de hacer y elegir su propio camino en la vida”, explicó.
“La SeJu a través de los juegos y del encuentro entre pares promueve el preguntarse”, concluye el referente, quien forma parte del Gran Consejo -cuerpo orgánico- desde hace siete años y notó que “la juventud responde cuando se la escucha”.
Con un código propio, la SeJu logró instalarse en Turdera y generaciones enteras de familias han cumplido su paso por las diferentes actividades que enmarcan el espíritu de la iniciativa. Motivada desde la comunidad parroquial de la iglesia San Pablo, jóvenes de la zona toman la posta para encabezar los distintos departamentos de la organización.
Ya unos 900 adolescentes han participado de esta última edición, divididos en 64 tribus. El “paremanchas” y las “yinkanas” son las actividades favoritas de los participantes. Colores, espuma, brillantina y flores son los infaltables del éxito del fenómeno.
En sus inicios, la SeJu convocaba sólo a estudiantes de las secundarias de la zona, los colegios como el Palotti, Palotonis o el Santa Inés completaban la nómina de inscriptos, pero “el boca en boca fue haciendo lo suyo”, y para esta edición llegó a anotarse un joven de Mar del Plata, que vive en la ciudad costera pero que vino a Turdera en septiembre para poder participar, destacó Juan Pablo.