

En un partido con todas las emociones y donde nadie quería perder, Argentina y Colombia jugaron una verdadera final que terminó con tiros desde el punto de penal. Allí el conjunto cafetero terminó siendo más preciso y se quedó con la presea dorada.
Las emociones principales llegaron en el primer tiempo y por la misma vía. Catalina Usme abrió el marcador con un cabezazo a los 33, pero a falta de cuatro minutos para el cierre de la primera etapa Agustina Barroso respondió de la misma manera y empató el partido.
El segundo tiempo fue una verdadera final: pocas llegadas, mucha pierna fuerte y el no perder como objetivo primordial. Así se fueron al tiempo extra, donde se notó el cansancio de las chicas.
El elenco colombiano se hizo más fuerte y contó con una chance muy clara desde los pies de Restrepo que reventó el travesaño con un gran remate. Para colmo de males, la expulsión de Milagros Menéndez obligó a las de Borrello a jugar con uno menos hasta el final.
En los penales la historia se hizo eterna. Las arqueras no tuvieron suerte y las pateadoras fueron eficaces. Recién al decimocuarto penal la moneda cayó del lado colombiano y el conjunto nacional falló.
De esta manera, Argentina se quedó con la medalla plateada en un año histórico para el fútbol femenino: gran participación en el mundial, primer podio panamericano y profesionalización del fútbol.