

Julio los prepara y agosto se los lleva, es la frase que de alguna forma enmarca las celebraciones por la Pachamama, porque para quienes creen y valoran las propiedades de la naturaleza, este mes marca el final de una etapa.
Pachamama significa Madre Tierra y se conmemora cada 1 de agosto en Argentina con una ceremonia tributo a los frutos y los bienes de la naturaleza. En la región, una cooperativa de recicladores urbanos de Lomas de Zamora brindó ayer su homenaje con la entrega al viento de intenciones y deseos para el porvenir y ofrendas frutales al suelo.
“No hay una regla sobre lo que hay que hacer”, explicó Daniel Torres, presidente de la Cooperativa Pachamama, mientras el resto del equipo acomodaba las brasas del fuego. Sin embargo, remarcó que el primer paso fue “tomar caña con ruda” a la mañana.
Cada 1 de agosto “es un día especial para nosotros porque todos los días uno tiene intenciones y propósitos de hacer cosas, pero hoy termina una etapa y preparamos una ceremonia para agradecer todas las cosas que hemos logrado y las intenciones de qué queremos para adelante”, detalló Daniel al aire de Política del Sur.
La ceremonia consiste en ofrendar a la tierra a modo de agradecimiento por los dotes que brinda. Es una tradición arraigada en el norte del país y nace de los pueblos originarios. El presidente de la Cooperativa viene de Chaco, por lo que “desde la niñez” le fueron inculcados el valor hacia la naturaleza. Además -destacó- tiene “sangre Qom” y la mayoría de los integrantes del equipo de trabajo “viene del interior” del país.
Para Daniel y la cooperativa es de “gran valor todo lo que la tierra nos brinda y los frutos que la tierra da. Hacemos mucho énfasis en el cuidado del medio ambiente, pero por todo lo que produce la tierra, le estamos agradecidos”.
El espíritu de la jornada se desarrolla una vez que el fuego está prendido y se pasa a depositar las ofrendas en la apacheta, un pequeño pozo cavado en la tierra. Pueden ser “alimentos o alguna artesanía”, según el referente. Mientras que las intenciones y deseos son anotados en un papel o un pañuelo y luego son arrojados “a los cuatro vientos”, metaforizó.
La cooperativa funciona desde hace cuatro años, pero es la primera vez que el equipo cuenta con un espacio físico común (trabajan en un terreno de la calle Milán 432, en Villa Centenario), por lo que pudieron desarrollar la celebración y les significó “todo un desafío”, confesó Daniel.
Caña con ruda
La caña con ruda es una bebida preparada en forma casera y que debe ingerirse en la mañana del octavo mes del año en ayunas. Es parte del ritual de la Pachamama y “una forma de limpiar” el cuerpo, contó el dirigente.
“Son siete tragos que significan los siete días de la creación, es más que nada una cuestión de fe. En principio fue como una manera de protegernos, lo natural tiene ese efecto ante cualquier enfermedad que podés tener, y agosto es el mes especial para eso”, relató.
La Cooperativa Pachamama está compuesta por treinta personas que “por la situación que atraviesa el país” quedaron desocupadas y decidieron “agruparse y empezar con el trabajo de reciclado”, expresó su titular.
La agrupación promueve el reciclado desde el primer nivel de escolarización y gracias a una ordenanza municipal y el programa Eco Lomas consiguió un convenio con empresas del distrito para recolectar sus residuos y así generar mayores ingresos para la cooperativa.
De esos treinta trabajadores, la mayoría es del interior del país, de provincias como Santiago del Estero y Salta, e incluso hay originarios del Perú, especificó Daniel.