domingo 13 de julio de 2025 - Edición Nº2412

Gremiales | 2 ago 2019

ANÁLISIS

La puja de bancarios con Mercado Libre reabrió el debate sobre el unicato

El anuncio de Sergio Palazzo, que quiere la representación gremial de los trabajadores del portal de compra y venta, provocó polémica y volvió a generar debate en torno al modelo sindical argentino. Cuando el encuadre termina en disputa entre gremios. Respaldo a lo propuesto por La Bancaria. El caso de ATE, rehén del pacto “Macri-UPCN”.


Por: Diego Lanese

Pese a los ataques sufridos por las dictaduras o los intentos de reforma más o menos razonables de los gobiernos democráticos, el modelo sindical argentino se mantiene casi inalterable desde el primer peronismo. Con la consigna central de “un sindicato por rama”, la representación de los trabajadores en el país se mantiene como alguna vez lo organizó Juan Domingo Perón, bajo el paraguas de la Ley de Asociaciones Sindicales. Pero varios fallos judiciales cuestionan el famoso “unicato”, una polémica que se reaviva de la mano del pedido del gremio bancario para representar a algunos empleados de Mercado Libre por considerarlos parte del sistema financiero.

 

Hace unos días, Sergio Palazzo dijo que buscará la representación de los trabajadores de las llamadas las “fintech”, empresas de finanzas y banca digital, que tiene en Mercado Libre el gran referente. Los dichos (“quiero ser el Moyano del sistema financiero”, declaró el dirigente, en su afán de graficar su puja gremial) generaron una fuerte polémica con el dueño de la firma, Marcos Galperín, amigo del presidente Mauricio Macri y uno de los argentinos más ricos del momento.

 

El ataque a Palazzo, que incluyó algunos exabruptos periodísticos lamentables, volvió a poner en tela de juicio que en un sector sólo un gremio pueda representar legalmente a los empleados. Existen casos de convivencia, pero por lo general el encuadre legal es materia de discusión.

 

Paradójicamente, en las empresas suelen criticar fuerte el modelo sindical y reclamar una modernización de la legislación, la famosa reforma laboral. Pero cuando hay disputas entre gremios, suelen usar el unicato para desplazar a los nuevos gremios, que por lo general son más combativos.

 

En este sentido, la mayoría del sector empresarial suele decir que “debe primar la actividad central de una compañía, por más que también se dedique a tareas que antes estaban delimitadas con mayor claridad”. El caso de Mercado Libre se puede comparar con el avance de Camioneros en el sector mercantil, donde a partir de la presión sindical le dio lugar a la entidad de Hugo Moyano. Con un dato clave: el convenio colectivo de camioneros tiene salarios mejores que el de comercio. Esto sucede en las fintech, cuyos empleados ganan mucho menos que los bancarios.

 

Apoyos

 

En medio de la pelea y los ataques contra Palazzo -que de a poco se hicieron extensivos a todo el movimiento sindical-, la  Asociación Bancaria (AB) ratificó que “el sistema financiero es un servicio público que prestan de forma concesionada y directa los bancos públicos a través de las entidades autorizadas por el Banco Central”, y denunció que “los banqueros y financistas privados, en cambio, sólo piensan que es una industria para crear dinero”.

 

De esta forma, además de la cuestión del encuadre gremial, la entidad puso en discusión la dirección del sector. Por eso, en el marco de la Primera Jornada del Movimiento Obrero por el Trabajo y la Producción Nacional, realizada esta semana en la sede de SMATA y organizada por el Frente Sindical, los bancarios ratificaron la pelea.

 

Eduardo Berrozpe, secretario de Prensa de La Bancaria, enfatizó que “las nuevas tecnologías deben ser auxiliar del hombre en la solución de la carga laboral”; que toda incorporación de tecnología debe ser en beneficio de los trabajadores -por lo que uno de los temas centrales es la reducción de la jornada laboral- y que “ni la mejor máquina ni el mejor programa asesorarán jamás a un usuario de la misma manera que lo hace un trabajador”.

 

En tanto, un nuevo gremio del sector, que si bien compite con La Bancaria por la representación de los afiliados, apoyó el pedido y marcó un nuevo punto de inflexión en la discusión. Desde el Sindicato de Trabajadores de Entidades Bancarias y Financieras (Siteba) avalaron el pedido de Palazzo e incluso adelantaron que irán por ese camino.

 

“Nosotros vemos bien lo que dijo Palazzo sobre el tema, esos trabajadores deben ser bancarios, hay un convenio vigente y deben estar encuadrados”, sostuvo José “Pepe” Peralta, titular del Siteba, que la semana pasada logró el reconocimiento definitivo de la Secretaría de Trabajo nacional.

 

Para el dirigente, si no se logra sumar a esos empleados, “viene la flexibilización”. “Por ahí es un poco tardío, porque se viene dando desde hace tiempo. Nosotros lo llamamos la ‘uberización’ del sistema financiero, hoy se entrega dinero en farmacias, supermercados, y el sindicato no dijo nada. Vemos bien la pelea, pero creemos que debe extenderse a todo el sistema financiero, no sólo a las fintech”, afirmó Peralta en diálogo con Política del Sur.

 

Efectos del unicato

 

La puja por los empleados de las fintech reabrió el debate sobre el unicato sindical y la posibilidad de generar un cambio. El corazón de la ley que mantiene vigente el unicato es el artículo 31, que determina que las entidades sindicales con personería gremial “tienen como derecho exclusivo defender y representar ante el Estado y los empleadores los intereses individuales y colectivos de los trabajadores”, mientras que las entidades simplemente inscriptas sólo podrán “peticionar y representar, a solicitud de parte, los intereses individuales de sus afiliados”.

 

Esto entrega a las que tienen personería gremial el monopolio de la representación individual y colectiva de los trabajadores, lo que choca contra la libertad y democracia sindical. Este artículo fue declarado inconstitucional por la Justicia en 2013, otro golpe al modelo sindical. Además, hay al menos una docena de resoluciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) contra esta normativa, que -sseñalan- viola los tratados que el país incorporó en la Constitución Nacional de 1994.

 

El unicato hace que muchos gremios puedan discutir paritarias, plantear sus pedidos, pero no puedan hacer nada si el gremio que tiene la personería firma un acuerdo. Hasta allí llega el poder. Uno de los sindicatos que más pelea contra la norma es ATE, que fue el promotor del fallo de 2013, además de otro en Salta, donde la Justicia determinó que pese a no tener la personería, el sindicato podía representar en todas sus instancia a sus afiliados.

 

En el Estado nacional, el reconocimiento formal es para UPCN, que pese a no tener comprobada la mayoría de representantes, se impone sobre ATE. En la era de Mauricio Macri, el gremio firmó todos los años acuerdos a la baja, sin que el resto de los estatales pudieran hacer algo. “Somos rehenes de un gremio que fue oficialista de todos los oficialismos”, se quejan los dirigentes de ATE consultados por Política del Sur.

 

Pero no sólo la cuestión salarial está condicionada por el unicato. En estas horas, UPCN firmó con el Gobierno un acuerdo para darles estabilidad laboral, más allá de lo que pase en las elecciones, a 2.500 empleados jerárquicos vinculados con el actual oficialismo. Con sueldos de hasta 250 mil pesos, serán parte de la estructura de decisión en el Estado nacional, afirman desde ATE.

 

“Están ahí para desprestigiar y paralizar la carrera administrativa de los estatales y para evitar cambios si en diciembre asume un nuevo gobierno. Están ahí para obstaculizar el accionar de la nueva gestión”, denunciaron los dirigentes consultados. Algo que no se puede evitar por los beneficios que entrega hoy la ley que garantiza el unicato.

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