viernes 20 de junio de 2025 - Edición Nº2389

Gremiales | 24 jul 2019

SALUD LABORAL

Como denunció el gremio, admiten más presencia de asbesto en el subte porteño

La empresa Metrovías comenzó a remover piezas de la flota Mitsubishi de la Línea B, por tener presencia del material cancerígeno, tal como vienen denunciando los metrodelegados. Además, los empleados se hacen estudios para saber si sufren de contaminación. Piden que se tomen medidas para retirar de manera segura el material y evitar el colapso del servicio.


Por: Diego Lanese

En mayo de este año, un informe de la Universidad Nacional del Sur difundió un informe donde confirmaba la presencia de asbesto, material cancerígeno, en otra flota de la línea B de subtes. Desde el año pasado los metrodelegados vienen denunciando que varias formaciones que se usan en el servicio diario en la Ciudad de Buenos Aires tienen este material, prohibido en casi todo el mundo por los daños a la salud que generan.

 

La denuncia comenzó con los trenes denominados CAF-5000, comprados al Metro de Madrid, y continuó con el informe universitario, que apuntó a la flota identificada como Mitsubishi.

 

A dos meses de este nuevo informe, la empresa Metrovías admitió la situación y se comprometió a tomar medidas al respecto. Desde la Asociación Gremial de Trabajadores de Subte y Premetro (AGTSyP) confirmaron que se comenzó con el reemplazo de algunas de las piezas cuestionadas, pero la situación puede derivar en el colapso del servicio.

 

La empresa Metrovías comenzó a retirar algunas de las piezas de las formaciones Mitsubishi, que prestan servicio en la Línea B de subtes. En las muestras, según consta en el informe final al que tuvo acceso Política del Sur, las muestras poseen “abundantes fibras de crisotilo en su composición”, conocido como “asbesto blanco”.

 

Ante esto, la empresa contrató a Borg, especialista en la materia, para comenzar a remover 32 estufas de caninas de 16 formaciones, a partir de la denuncia que hicieron los metrodelegados.

 

Desde comienzos de año, los trabajadores de los talleres de esa línea realizan retención de tareas porque no existen condiciones seguras para manipular estas piezas. Esto hace que muchas formaciones estén fuera de servicio, ya que no hay espacio para estacionar las formaciones que no se utilizan. Y cuando llegan a estar fuera de servicio 15 de las 27 formaciones disponibles, se paraliza la línea, alertan desde el gremio.

 

“Continuamos alertando que la Línea B puede paralizarse por esta situación, pedimos una serie de medidas para poder trabajar con las piezas de asbesto, para su retiro seguro y su disposición final”, explicó el secretario de Salud Laboral de la AGTSyP, Francisco Ledesma. En diálogo con Política del Sur, Ledesma pidió “que nos escuchen”, ya que hay más lugares con la presencia del material cancerígeno: “Todos los subtes tienen asbesto”, advirtió.

 

Bajo la denominación de “asbesto” (o amianto) se engloba a un conjunto de compuestos minerales, químicamente emparentados entre sí (silicatos hidratados de calcio, sodio, hierro o magnesio), que están presentes en la naturaleza y poseen ciertos atributos que los hacen deseables como insumos en muchas ramas de la industria.

 

Según un trabajo realizado por la Fundación Soberanía Sanitaria, “el asbesto ha sido incluido en el grupo de sustancias o compuestos probadamente cancerígenos para el hombre (IA) de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer de las Naciones Unidas (IARC)”.

 

“La contaminación al ambiente por parte del asbesto se produce por la presencia de fibras de este material sólido en el aire. Resulta peligroso para la salud si es inhalado, vía de entrada que está facilitada por el bajo peso de las fibras, que son huecas y flotan en el aire, e incluso pueden ser desplazadas a través de él por varios centenares de metros. La asociación entre la inhalación de fibras de asbesto y cáncer se conoce desde la década del 50, aunque ya para fines del siglo XIX el vínculo con enfermedades pulmonares era sabido”, analizó el estudio.

 

En estos días se hicieron protestas en la Línea B respecto de la falta de respuestas de la empresa y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. En los últimos días se levantaron molinetes en la estación Federico Lacroze y se espera que en estos días puedan volver a realizarse. En tanto, el gremio confirmó que los empleados se están haciendo estudios en el Hospital Británico de la Ciudad de Buenos Aires para saber si existen niveles peligrosos del material.

 

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias