El juicio por el crimen de Guillermo Simenoff, el hombre de 50 años asesinado a balazos delante de su hijo menor de edad durante un robo cometido en septiembre de 2016 en la localidad de Temperley llegó a su fin este martes con la sentencia contra los dos imputados, quienes fueron encontrados culpables del hecho.

Los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora determinaron la pena de reclusión perpetua para Juan Cruz Agosta, considerado penalmente responsable del delito de “robo agravado por el empleo de arma de fuego con homicidio agravado con la conexión criminis causa” y la condena de 25 años de prisión para Maximiliano Agustín Ruda, penado por “robo agravado por el empleo de arma de fuego con homicidio agravado resultante”.

En diálogo con Política del Sur, el abogado querellante, Sebastián Silvestre, se mostró satisfecho por el resultado del proceso judicial, uno de los más esperados de la región por un caso de inseguridad que conmocionó a los vecinos de la comunidad por el accionar violento de los delincuentes.

“Estamos sumamente conformes con el resultado y sobre todo con el accionar de la Fiscalía, que tuvo un trabajo impecable durante toda la instrucción y en el juicio”, expresó el letrado que representó a la familia de la víctima durante todo el proceso. 

Tanto Silvestre como los integrantes del Ministerio Público Fiscal que intervinieron en la causa, Carlos Baccini y Gerardo Mohoraz, solicitaron la reclusión perpetua para los dos detenidos en los alegatos. Sin embargo, la Justicia determinó condenas diferentes para ambos jóvenes.

“Preveíamos la posibilidad de que a Ruda le pongan una figura menos gravosa pero que igualmente resulta una pena tremendamente grave como significan 25 años de cárcel. Se trata de la pena máxima por ese delito”, manifestó a este medio el abogado de la parte damnificada.

Por otra parte, en el momento de la lectura de la sentencia, los magistrados entendieron la necesidad de que la investigación entre en una nueva instancia para tratar de determinar si existió falso testimonio de cuatro personas que declararon durante las jornadas testimoniales para sostener la inocencia de los acusados.

De esta manera, se cierra la causa que se inició el 11 de septiembre de 2016, día en que Simenoff perdió la vida como consecuencia de los impactos de bala recibidos durante el robo de la motocicleta con la que se trasladaba junto a su hijo de 10 años. El hombre fue interceptada por dos motochorros armados que lo amenazaron en la esquina de Cangallo y Almirante Brown, en Temperley.

Después de sustraerle el vehículo marca Honda XR Tornado, uno de los delincuentes lo baleó en el tórax y huyó de la escena del crimen junto a su cómplice. Mientras tanto, pese a la asistencia brindada por los vecinos de la zona que se acercaron para tratar de ayudar a la víctima, este falleció horas más tarde luego de ser intervenido quirúrgicamente.