Peor no podía ser el comienzo para los dirigidos por Lionel Scaloni. Es que las dudas que se plantearon por ser un equipo en formación se terminaron de confirmar en la caída ante Colombia por 2-0 en el estadio Arena Fonte Nova de San Salvador, Bahía.

La Selección Argentina careció de un patrón de juego. Con un esquema 4-4-2, se mostraban inconexas sus líneas y el equipo albiceleste sufría la presión alta de Colombia.

El conjunto cafetero dirigido por el portugués Carlos Queiroz se presentaba como un elenco que mantenía la base de lo realizado en el Mundial pasado, cuando llegó a cuartos de final en Rusia.

A pesar de haberse retirado lesionado a los 15 minutos Luis Muriel, el conjunto colombiano supo reemplazarlo con Roger Martínez, delantero ex Racing.

Así las cosas, la jugada más clara del primer tiempo fue una desatención en el fondo de Argentina, que Otamendi entregó para Armani, y el arquero de River no pudo salir controlando la pelota con los pies. La ocasión casi deriva en gol de Falcao.

Argentina no encontraba juego asociado. Messi muy aislado, Di María desaparecido, sumado a que Lo Celso y Paredes no interpretaban la idea que habían hilvanado en los entrenamientos y en el último amistoso ante Nicaragua. El albiceleste era un equipo desconocido, que perdía la pelota en segundos y la recuperaba en minutos.

En el complemento, Scaloni se vio obligado a mover el tablero. De Paul ingresó por Di María para darle el fútbol necesario al plantel con intenciones de revertir la pálida imagen del primer tiempo.

Y en los primeros quince minutos se vio lo mejor de la selección nacional. Paredes tuvo dos chances para abrir el marcador con remates desde afuera del área que contuvo Ospina, sumado a que Messi intentó de tiro libre en sendas ocasiones, pero sin demasiada puntería. Pero la más clara fue una combinación en ataque que, tras un centro de Agüero, encontró la cabeza de Otamendi. El arquero Ospina despejó al centro del área y Messi solo de cabeza le erró al arco con mala puntería.

En la réplica, James Rodríguez metió un cambio de frente perfecto para que Roger Martínez dejara desaireado a Saravia, y con un derechazo fulminante venció la resistencia de Armani. De esta manera, Colombia se ponía en ventaja desnudando las falencias de Argentina en defensa en el mejor momento de la selección de Scaloni.

Luego, el entrenador argentino decidió el ingreso se Guido Pizarro por Guido Rodríguez, un cambio intrascendente que no le aportó mucho al juego del equipo.

Sobre los 40 minutos, llegó el mazazo final. Nuevamente Roger Martínez por la izquierda desbordó a Saravia y con un centro al corazón del área le entregó el segundo gol a Duvan Zapata, quien apenas tuvo que empujar el balón ante la salida de Armani.

Así las cosas, el conjunto cafetero ponía el el 2-0 y volvía a poner en jaque a una defensa argentina que hacía agua en el fondo por la floja tarea de los marcadores centrales, Pezzella y Otamendi.

Más tarde, Scaloni intentó la heroica con el ingreso de Matías Suárez por Agüero. Pero fue un cambio que, entre la confusión argentina y el golpe anímico que significó el segundo gol, no pudo cambiar la historia que ya estaba sellada.

Así se llegó al epílogo del encuentro. Una Argentina desesperada, sin un patrón de juego, confusa, imprecisa y con mucho por mejorar.

Ahora será el turno de enfrentar a Paraguay el próximo miércoles desde las 21.30 en Belo Horizonte. Será cuestión de ganar y enderezar el rumbo.