

Desde que se anunció la fórmula “Fernández-Fernández”, la idea de unidad en el peronismo comenzó a tomar mayor fuerza, y pese a que Alternativa Federal mantiene su postura, está claro que el binomio será el que mayor arrastre tenga en el espectro del Partido Justicialista. Eso acercó al Frente Renovador como nunca en varios años, y las versiones sobre una posible candidatura de Sergio Massa en la provincia de Buenos Aires comenzaron a circular.
Casi al mismo tiempo, un grupo de intendentes utilizó las redes sociales para frenar cualquier especulación: confirmaron la candidatura de Axel Kicillof, exministro de Economía, y Verónica Magario, intendenta de La Matanza, para disputar la gobernación, hoy en manos de María Eugenia Vidal. La noticia cerró una serie de especulaciones internas y externas, y por el momento no dejó mayores heridas.
La presencia de Magario parece confirmar a los jefes comunales, fundamentales en la elección que se viene, más allá de las intenciones de muchos de ser parte de la competencia, en especial el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde. El lomense fue el encargado de confirmar el binomio, una forma de mostrar apoyo a la decisión.
A través de un mensaje en su cuenta de Twitter, el PJ avaló la información que distintos intendentes peronistas habían adelantado en redes sociales. “¡Tenemos fórmula en la provincia de Buenos Aires! Trabajemos con todos y todas para que termine el desastre de Vidal y de Cambiemos. Felicitaciones Axel Kicillof y Verónica Magario”, tuiteó el partido. De esta manera se formalizó la postulación, que se debatió horas antes en un almuerzo. Jorge Ferraresi de Avellaneda y Fernando Gray de Esteban Echeverría aportaron sus saludos, dándole forma a la idea principal que se quiso trasmitir: la del consenso.
“Ya estamos trabajando por una provincia que incluya a todas y todos los bonaerenses. #EntreTodos”, escribieron coordinadamente Kicillof y Magario en sus respectivas cuentas de la red social Twitter, donde publicaron el fin de semana pasado la imagen de ambos conversando y tomando mate. Los dirigentes se reunieron en la casa de Kicillof y se tomaron la primera foto “oficial” desde que el binomio peronista que integran Alberto Fernández y Cristina Kirchner anunciara su apoyo a esa fórmula bonaerense.
La decisión
El kirchnerismo volvió a adelantarse a las especulaciones y oficializó la fórmula que competirá por la gobernación bonaerense, en plenas negociaciones con el Frente Renovador y con el creciente apoyo a su candidato presidencial, Alberto Fernández. Axel Kicillof y Verónica Magario serán los candidatos que compartirán boleta en las PASO del 11 de agosto. No se sabe hasta el momento si será la única fórmula que presentará el peronismo, ya que en su última cumbre el massismo dejó abierta la posibilidad de sumarse a Unidad Ciudadana en una interna presidencial, que podría tener su correlato en la provincia de Buenos Aires.
En la previa, ambos dirigentes ya sonaban como posibles candidatos, junto con el lomense Insaurralde. En el entorno del jefe comunal se especulaba con esa posibilidad, aunque fue perdiendo fuerza en el último tiempo. “Consideramos que un intendente es quien tiene más experiencia, aunque también es claro que vamos a aceptar lo que el conjunto del peronismo bonaerense decida. Estamos seguros que tenemos que ir todos juntos”, planteó el concejal Santiago Carasatorre hace unos días.
El edil oficialista resaltó que en ese momento veía al intendente Insaurralde “con mucha expectativa de ser precandidato a gobernador”. Igualmente, recordó que ese puesto también podría ser ocupado por el diputado Axel Kicillof o la matancera Verónica Magario, entre otros referentes, lo cual finalmente sucedió la semana pasada.
Cuando se confirmó la fórmula, los intendentes tuvieron un encuentro privado en el que estuvo Insaurralde, donde analizaron la situación. Allí, dicen las versiones, se pusieron de acuerdo en el apoyo a la movida, que se transparentó con los anuncios en redes sociales.
De esa cumbre, los intendentes del PJ hicieron una lista de prioridades para las negociaciones que tendrán con Alberto y Cristina, según publicó el diario La Nación. En primer lugar, exigirán que no se habiliten las PASO municipales en las localidades gobernadas por un peronista. Segundo, reclamarán que los jefes comunales tengan lugares en las listas legislativas nacionales y provinciales. En tercer término, pedirán tener espacio en los gabinetes nacional y provincial, si es que Alberto Fernández y Kicillof ganan los comicios.
Antes de esto, el PJ provincial conformó una “Mesa de Acción Política”, que se encargará de los armados en cada sección, es decir, de “discutir” cómo se confeccionarán las listas a diputados y senadores provinciales, algo que antes se digitaba desde La Rosada vía La Cámpora y generaba el descontento de los jefes comunales. Esa mesa la encabezarán Fernando Gray y Gustavo Menéndez -quienes serán presidente y vice, replicando la jerarquía de mando del partido- y distintos representantes por sección.
Por la Primera estarán Ariel Sujarchuk (Escobar) Gabriel Katopodis (San Martín) y Alberto Descalzo (Ituzaingó); por la Tercera, Jorge Ferraresi (Avellaneda), la propia Magario (La Matanza) y Gustavo Arrieta (Cañuelas); mientras que los representantes del Interior serán Marcelo Santillán (Gonzales Chaves), Francisco Echarren (Castelli), Juan Pablo de Jesús (La Costa) y Alejandro Acerbo (Daireaux).
Primeras repercusiones
Un de las primeras consecuencias del anuncio fue que el senador bonaerense y exsecretario de Seguridad, Sergio Berni, bajara su candidatura. Mediante redes sociales manifestó su decisión de no competir en la PASO provincial, haciendo hincapié en que en estas cuestiones “no hay que ser caprichosos” y que “lo importante es recuperar la Provincia”.
“Cristina es quien conduce y decidió eso junto a Alberto, así que vamos todos a apoyar esa fórmula para gobernador. Lo importante es recuperar la Provincia, Axel es un gran compañero, no hay que ser caprichosos en estas cuestiones”, dijo el hombre que podría renovar como senador o recalar en Seguridad, en caso de victoria peronista.
Con otro tono, el concejal por Unidad Ciudadana lomense Sergio Oyhamburú se expresó sobre la confirmación de la fórmula provincial de su partido. “No es para ponerse contento”, disparó el edil, quien abogaba por la unidad entre los distintos sectores del peronismo para conseguir mayor caudal de votos para derrotar a Cambiemos en todas sus variantes. Y finalizó: “Van a haber dos peronismos, con el riesgo que eso tiene. La verdad que nos preocupa, pero ahora sobre la fórmula hay que trabajar y ganar.”
Además, los mensajes de apoyo no quedaron acotados sólo al ámbito justicialista. El dirigente Juan Grabois y el senador Fernando “Pino” Solanas, aliados del kirchnerismo, salieron a respaldar a la dupla Kicillof - Magario. Solanas consideró que “es la mejor fórmula que puede presentar el peronismo en la Provincia de Buenos Aires”, mientras que Grabois lanzó: “Me gusta mucho Axel, es un tipo honesto, es muy laburador. Creo que nos representa porque no duda, cuando es necesario, en enfrentarse a las corporaciones económicas, y tiene una ética intachable.”
En el entorno de Vidal, en tanto, no se sorprendieron por la decisión y piensan en su estrategia para enfrentar al binomio. En este camino, el diputado provincial por Cambiemos Adrián Urreli criticó la confirmación de la fórmula opositora, al considerar que Kicillof “tiene una fórmula que atrasa, una mirada muy setentista de la economía y una intendenta que en su distrito hay partes que están muy complicadas”. Además, indicó que especulaba con una presentación opositora con “más apertura hacia el grupo de los intendentes” y la calificó de “muy cristinista”.
Ante la ausencia del líder del Frente Renovador, Sergio Massa, en la propuesta peronista en la provincia, y consultado por Política del Sur sobre si ese escenario es conveniente para el oficialismo, Urreli confió en que “la gente va a votar a la gobernadora (María Eugenia) Vidal”, de quien destacó el hecho de “hacer en la provincia lo que no se hizo nunca” respecto de la calidad de la gestión.
En cuanto a la ventaja que puede correr Cambiemos en caso de que el peronismo no logre la unidad, el legislador macrista reconoció: “Desde lo electoral y pensando en términos de distribución de votos, evidentemente sirve que la oposición vaya de esa forma”, pero advirtió que el hecho de que “no se tengan puntos de encuentro, que no se puedan encontrar, no es mérito del Gobierno, sino que es una cuestión propia”.
Esperando por Massa
En medio de las especulaciones, el futuro de Sergio Massa comenzó a ser incierto. En la última cumbre del Frente Renovador se lo facultó para que decida el rumbo del espacio, que tiene un mayor perfil opositor y se aleja de las figuras de Alternativa Federal. Su pedido de sumar a toda la oposición fue tomado como un guiño a Unidad Ciudadana y su armado, que devolvió el gesto.
El titular del PJ nacional, José Luis Gioja, pidió por la unidad con el exintendente de Tigre. “Yo prefiero un Frente Renovador que comparta la oposición con nosotros y comparta el Frente Patriótico con nosotros. La forma que la decida él”, sostuvo.
Además, se supo que Massa tiene previsto utilizar sus cuentas en las redes sociales para vehiculizar la convocatoria formal a “una gran coalición opositora” que se apoyaría en su programa de diez puntos de gobierno que anunció a principios de abril. Esos diez puntos pueden funcionar como una plataforma electoral, ya que establecen propuestas institucionales vinculadas al crecimiento, la pobreza, la educación pública, los jubilados, la seguridad y la transparencia del Estado, entre otras demandas de la sociedad.
Se sabe que Massa no quiere ir a la Provincia de Buenos Aires, y menos aun encabezar la lista de diputados nacionales en la nueva alianza electoral que podría cerrar con Unidad Ciudadana. El tigrense juega un pleno a su candidatura presidencial y desea preservar a su bloque parlamentario al margen de su propia performance en las PASO. Lo cierto es que ya hubo versiones de una posible alianza con Unidad Ciudadana, Alternativa Federal y hasta Cambiemos. La definición será fundamental en la carrera a la Casa Rosada, y también en lo que suceda en Provincia de Buenos Aires, donde Massa tiene su núcleo duro de votantes.