viernes 06 de junio de 2025 - Edición Nº2375

Gremiales | 11 mar 2019

DESPIDOS Y PERSECUCIÓN

Trabajadores de la empresa San Vicente convocan a una nueva protesta

Exigen la reincorporación del chofer despedido de la línea 51 Victorio Gianella y que el grupo DOTA deje de achicar los recorridos de los colectivos.


Los trabajadores de la empresa de colectivos San Vicente, que comprende las líneas 51, 74, 49, 177, 263, 370, 385, 388, 435 y 503, convocaron a una nueva protesta para este miércoles a las 10.30 en Burzaco, frente a la delegación del Ministerio de Trabajo bonaerense.

 

El chofer Victorio Gianella, quien asegura haber sido despedido arbitraria e ilegalmente, tendrá una nueva audiencia con los representantes de la empresa y la cartera provincial para exigir su reincorporación. En tanto, sus compañeros irán a apoyar el reclamo porque consideran que la defensa de Gianella es “la defensa de todos los puestos de trabajo”.

 

Otro de los reclamos de los trabajadores es que el grupo DOTA, que administra la empresa desde hace tres años, deje de “achicar los recorridos” de las líneas, ya que esto implica “la destrucción de puestos de trabajo y un peor servicio para los usuarios”.

 

Gianella ya tuvo una reunión con representantes del Ministerio el 27 de febrero, en la que se acordó que la empresa tenga reuniones “en el ámbito privado” con el despedido para intentar resolver su situación. Sin embargo, el trabajador afirmó que eso se “incumplió”.

 

La carta de Gianella

 

El exempleado de la línea 51 escribió una carta dirigida a sus compañeros para que se sumen al reclamo por su reincorporación. En ella, remarca: “Mi despido no es un problema entre la empresa y yo, sino que refleja la situación que atravesamos los choferes de la Sanvi diariamente: las suspensiones sin fundamento, el clima hostil del personal jerárquico, el recorte de los recorridos y del personal, las violaciones permanentes de la Ley, etc.”

 

“Para la empresa somos un legajo. Para nosotros, el trabajo es el sustento de nuestras familias. (...) A ningún directivo le importa el plato de comida de mi familia ni de mi hijo, porque no les importa nada, salvo hacer negocios con los subsidios, los tarifazos, el recorte de servicios y los despidos”, agrega.

 

Y finaliza: “Revertir mi despido es parte de nuestra lucha para frenar los atropellos de la patronal y que nos empiecen a respetar como trabajadores. Para eso tenemos que unirnos más y más y luchar juntos.”

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