El fútbol está de luto. César Borda, el defensor de la UAI Urquiza, equipo que milita en la Primera B Metropolitana, tomo la drástica decisión de quitarse la vida ayer, cuando fue encontrado por su padre en su domicilio colgado de la escalera del comedor de su departamento, ubicado en la localidad de Lanús Oeste.

El jugador de 25 años de edad había surgido de las inferiores del Club Atlético Lanús y según el testimonio de sus allegados, habría estado pasando por una mala situación anímica debido a que tenía problemas con su pareja, con quien tenía una hija y estaría en proceso de separación. En teoría, el martes por la noche habría mantenido una fuerte discusión con su mujer y Borda se quedó durmiendo en la parte baja de la vivienda.

En el lugar fue hallada una carta en la cual el futbolista se despedía de su familia y les pedía perdón por su decisión.

El mundo del fútbol quedó consternado por esta triste noticia. Borda había sido padre hace poco tiempo y tenía toda una vida por delante.

César Gabriel Borda nació el 19 de abril de 1993 en Lanús, provincia de Buenos Aires. Amante del fútbol y admirador confeso del futbolista brasileño Dani Alves, que actualmente se desempeña como lateral derecho en el Paris Saint Germain de Francia, “el Chavo”, tal como lo llamaban sus amigos y familiares, a los 7 años se fue a probar a Lanús, donde tras hacer todas las divisiones inferiores, en enero de 2013, con apenas 19 años, fue convocado por el entonces director técnico del Granate, Guillermo Barros Schelotto, para hacer la pretemporada con el plantel de primera división. Y el 23 de marzo hizo su debut en la primera de Lanús, en la victoria por 1-0 ante la UAI Urquiza, correspondiente a los 24 avos de final de la Copa Argentina.

Durante su paso por Lanús, Borda compartió equipo con algunos nombres reconocidos del fútbol argentino, como Agustín Marchesín, Paolo Goltz, Carlos Izquierdoz, Guido Pizarro, Junior Benítez, entre otros.

Lateral derecho con mucha vocación para el ataque, no así para la marca, tras quedar libre en el Granate, en enero de 2015, partió en condición de jugador libre a Talleres de Remedios de Escalada, donde jugó la mayor parte de su carrera y logró un ascenso a la Primera B Metropolitana en su primera temporada, después de que el Tallarín estuviera seis años en la Primera C.

Precisamente, ese año, Talleres salió segundo, después de una magnífica campaña, y luego se quedó con el Reducido y el segundo ascenso a la B Metropolitana.

En el Tallarín estuvo hasta mediados del año pasado, ya que tras quedar libre en junio, aceptó la propuesta del entonces entrenador de UAI Urquiza, Cristian Aldirico, quien lo había dirigido en su paso por Talleres. Si bien comenzó la temporada siendo titular, en las últimas fechas había perdido protagonismo. Jugó 18 partidos de los 25 que se disputaron hasta el momento.

En pareja desde hacía dos años, Borda era papá de una beba de 9 meses y la dura historia dirá que, con apenas 25 años y un gran futuro por delante, su último encuentro fue el 19 de febrero, justamente en la derrota 2-0 ante Talleres de Escalada, su ex club, por la 25º fecha de la Primera B Metropolitana.

“Es muy difícil pensar lo que sucedió y porqué tomó esa decisión. Es un chico que se lo quería mucho, que se lo quiere mucho, y de verdad lo vamos a extrañar. No le ha sido fácil su vida y siempre lo tomó de la mejor manera y la luchó. Cuando pasó a la UAI se lo vio contento, como estabilizado. Había formado pareja, había sido papá y estaba enamorado de su hija. Estaba feliz de la vida”, comentó Cristian Aldirico todavía shockeado con la noticia.