

Por: Por Diego Lanese
La semana pasada, la empresa Femsa, que se dedica a embotellar Coca-Cola en el país, presentó un procedimiento preventivo de crisis, lo que generó alarma en el sector. Como hicieron otras grandes firmas como FATE o Carrefour, la decisión puso en alerta a los trabajadores, que realizaron el viernes pasado la primera actividad contra la iniciativa, que consideran “una farsa”.
Desde la planta afirman que no existe una situación que justifique la medida y la vinculan a la necesidad de maximizar ganancias. La intención de fondo -acusan los gremios del sector- es despedir personal y flexibilizar las condiciones laborales, algo que ya intentaron varias empresas con esta maniobra. A partir de esto, se abrió una mesa de negociación en el Ministerio de Producción y Trabajo, y delegados de la empresa piden a los gremios que se apruebe un plan nacional que garantice que no haya cesantías masivas. Uno de los sindicatos que opera en el lugar es Camioneros, que se declaró en “estado de alerta y movilización”.
El preventivo de crisis presentado por Femsa -de capitales mexicanos- provocó la movilización de los trabajadores del lugar y de los gremios que tienen representación allí, Camioneros y el Sindicato Unido de Trabajadores de la Industria de Aguas Gaseosas y Afines (Sutiaga). Este último convocó el viernes pasado a una radio abierta frente a la planta Alcorta, afectada por el pedido. Allí, rechazaron la presentación y afirmaron que se trata de “una farsa”.
“Los trabajadores estamos denunciando que este pedido es fraudulento, Coca-Cola no tiene ninguna crisis, no es más que una flexibilización laboral”, le dijo a Política del Sur Cristian, uno de los voceros de la planta e integrante de la lista Marrón del gremio, opositora a la conducción del Sutiaga.
Durante la actividad, los presentes leyeron un documento donde recordaron que hace un tiempo “la empresa despidió de forma persecutoria a activistas sindicales y ahora hacen maniobras para eludir y no acatar los fallos de la justicia que ordenan la reinstalación de Marcelo Romero, despedido de manera discriminatoria”. Además, este espacio le pidió a la conducción del gremio que convoque a una asamblea para definir un plan de lucha.
En tanto, los camioneros también reaccionaron ante la situación. La rama de aguas y gaseosas se declaró el mismo miércoles en estado de “alerta y movilización” con motivo del conflicto en Femsa. “La empresa multimillonaria Coca Cola-FEMSA pide a las empresas que la distribuyen, de manera cobarde y desleal, presentar un estado preventivo de crisis falso”, criticó el sindicato a través de un comunicado oficial.
Asimismo, recordó que la organización “ya venía reclamando insistentemente en contra del trabajo informal en negro, lo que generaba la disminución de 650 puestos laborales para compañeros de nuestro gremio”. “Por tal motivo, la rama de aguas y gaseosas se declara en estado de alerta y movilización. En rechazo a esta medida que toma una de las empresas más beneficiada por el Gobierno derechista actual”, continuó el organismo que lideran Hugo y Pablo Moyano.
Luego de la sorpresa inicial, hubo un principio de acuerdo entre la empresa y los gremios para evitar la mayoría de despidos. Según le adelantaron a Política del Sur fuentes de la negociación, hay un “principio de acuerdo” para evitar las cesantías masivas y poder levantar el preventivo de crisis. Por lo que se conoce de la negociación, habrá una treintena de despidos como máximo y el compromiso de la firma de no achicar su producción.
“Hoy, supuestamente, la empresa le echa la culpa a la economía actual. Con este preventivo de crisis, lo que está diciendo es que le bajaron las ventas, pero la misma planta Alcorta sigue produciendo, en 2018 tuvo una compra millonaria en Montevideo Refrescos, con una inversión de 250 millones de dólares”, detallaron los trabajadores para explicar por qué considera una farsa esta medida.