Desde septiembre último, los gremios marítimos tienen su paritaria vencida y no hay acuerdo con las cámaras empresariales. Luego de la protesta de la semana pasada frente a la sede de la Secretaría de Trabajo, mañana se lanzará un plan de lucha para presionar por una nueva suba salarial que complete el 15 por ciento otorgado en la primera mitad del año. Las protestas comenzarán por la mañana en todas las terminales del país y se espera que generen demoras y cancelaciones en la salida de los buques.
Luego de la reunión en la Casa Rosada, los dirigentes se mostraron esperanzados de una solución de fondo, aunque hablaron de “falta de información” por parte de las autoridades, en especial del presidente Mauricio Macri. Detrás de la disputa, los gremios afirman que hay un nuevo intento por implementar una reforma laboral, esta vez por sectores. La mirada de la dirigencia no es de rechazo absoluto a la idea, pero piden “negociarla”.
El plan de lucha que se inicia hoy está llamado por los miembros de la Federación Marítima Portuaria y de la Industria Naval de la República Argentina (Fempinra). El objetivo es lograr la firma de la segunda parte de la paritaria de este año, que venció en septiembre último y que hasta el momento otorgó un 15 por ciento de aumento en lo que va del 2018.
Según confirmaron desde la entidad a Política del Sur, el plan de lucha incluirá asambleas en las terminales de todo el país, donde la dirigencia informará a los diversos sindicatos el avance de la negociación. Por las mismas, se podrían producir demoras en la salida de los buques, e incluso suspensiones, como ocurrió cuando la Fempinra realizó una protesta contra el pago del Impuesto a las Ganancias.
La tensión viene creciendo en el conflicto marítimo, luego de la protesta realizada hace unos días. Ayer, muchos dirigentes no pudieron ingresar a los lugares de trabajo por orden de la Administración General de Puertos. Esto se suma a los coletazos que dejó la última reunión en la Casa Rosada, donde varios integrantes del sector estuvieron con el propio presidente Mauricio Macri. Junto a empresarios, se habló de los planes para mejorar la logística y desarrollar la hidrovía, por ejemplo, y además, se “coló” el tema salarial.
“El Presidente no está al tanto de muchas cosas”, le dijo a Política del Sur alguien que estuvo en la cumbre. Esto genera “desconfianza” entre los interlocutores que hoy llevan adelante las conversaciones. Por esto, se planteó la necesidad de hablar directamente con el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, en un encuentro que tendrá lugar la semana próxima.
El pedido de la dirigencia sindical del sector es que además de un plan de desarrollo, se otorgue una suba adicional del 30 por ciento hasta abril del año que viene, cuando se deberá negociar un nuevo convenio colectivo. Pero desde la Federación de Empresas Navieras Argentinas (FENA) rechazan la idea. En rigor, lo que está en juego es el intento de flexibilizar los contratos de trabajo, como sucedió en otras áreas, como la extracción petrolera. El acuerdo estuvo prácticamente acordado, pero una de las principales empresas del sector, vinculada al sector energético, los boicoteó e hizo caer las negociaciones.
De fondo, como informó Política del Sur la semana pasada, está la idea renovada del Gobierno de ir por una reforma laboral, pero esta vez por sectores. En los gremios hay rechazo a la posibilidad, pero no definitivo. Algunos dirigentes sostienen que se pueden hacer algunas concesiones, pero “el Estado debe hacer las suyas”. Eximir del pago de Impuesto a las Ganancias a los trabajadores del sector es una de las posibilidades que se analizan.
La tensión llega en medio del alineamiento de los integrantes de la Fempinra, que se mostraron con el senador peronista y precandidato presidencial, Miguel Ángel Pichetto. Luego del encuentro, algunos dirigentes se entusiasmaron con la figura del neuquino, quien dice que “puede liderar la Argentina productiva que necesitamos”.
El titular de la entidad es Juan Carlos Schmid, exintegrante del triunvirato de la CGT y hoy vuelto al sector más radicalizado de los gremios, que puede servir de puente para acercar a Pichetto con los Moyano, una relación por el momento incompleta por algunos dichos luego de la aprobación del Presupuesto 2019.