

Ayer por la mañana, alrededor de 400 alumnos de la Escuela Secundaria 13 de Avellaneda, ubicada en Berutti 263, no asistieron a clases y realizaron una “sentada” con sus docentes y preceptores para denunciar públicamente las condiciones críticas de la institución, que sufre desde hace años el abandono del Estado.
La alumna Bianca Pomares explicó al programa radial Política del Sur que el estado de la escuela es “crítico” y que “decayó mucho”. “Ahora se viene una ola polar y nosotros no tenemos ni ventanas. Desde que comenzamos las clases que estamos así”, protestó.
La joven también contó que cuando comenzaron las clases, encontraron “nidos de ratas y ratas muertas en las aulas, baños inundados e inutilizables”, y reclamó que les hacen falta “estufas”, aunque tampoco hay “puertas ni vidrios”.
“Estamos desde la mañana temprano haciendo una sentada en el colegio porque la situación se fue de las manos y nadie nos da respuestas. Nosotros nos estamos quejando porque la estamos pasando mal con el frío, se vienen días muy duros y hay cursos que no tienen absolutamente nada. Una profesora tuvo que comprar un plástico para hacer una ventana porque no teníamos”, denunció.
La Escuela 13 de Avellaneda es pública, pero funciona en un edificio alquilado. Los alumnos, padres, docentes y preceptores se reunieron el viernes pasado para discutir una solución con el director de la escuela. “Nos informó que la Provincia es la encargada del colegio. Por eso, pedimos que nos escuchen, porque esto no da para más y nadie nos ayuda”, exigió.
Por su parte, Melisa Graziano, profesora de Historia de la escuela, expresó a este medio que “la Provincia es quien se tiene que hacer cargo”, y criticó que “desde hace años” que no toma injerencia en la infraestructura del edificio porque “la escuela no tiene uno propio, se lo alquila a una sociedad popular”. Al respecto, aseguró que “esa es la excusa para no invertir, aunque el contrato de alquiler dice claramente que ellos tienen que hacerse cargo”.
Graziano argumentó que, como la Provincia nunca se comprometió con la institución, “lo que se empezó a hacer es pedirle subsidios” al intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi. Sin embargo, contó que, cuando el jefe comunal visitó la escuela, “se dio cuenta de que se necesitaban más de 5 millones de pesos para arreglarla” y avisó que el Municipio “no disponía” de ese dinero para un edificio alquilado.
Y agregó: “El conflicto está en que la escuela no tiene edificio propio, que al Intendente no le corresponde intervenir porque los municipios no se deben hacer cargo de las escuelas públicas y que la Provincia de Buenos Aires no interfiere.”
“Hace dos años la escuela no se desratizaba ni se desinfectaba, y hace dos semanas tuvieron que suspender las clases porque había un nido de ratas adentro de la escuela, y el Consejo Escolar no venía a desinfectar. Hay mucha dejadez en la escuela pública”, determinó.
Quienes desde un primer momento estuvieron presentes en la escuela para apoyar a la comunidad educativa fueron los representantes de Suteba de Avellaneda y los concejales por Unidad Ciudadana del mismo distrito Hilda Cabrera y Matías Murabito, quienes se reunieron con el inspector Adrián Espósito y le exigieron que se “comprometiera a resolver la situación de la secundaria N° 13”, según publicaron en sus cuentas de Twitter.