

El intendente tomó un Municipio sin registros de morosos, deudas y habilitaciones. Le dejaron para pagar los sueldos, pero necesitan recursos para obras. Cuáles son los ejes para los primeros 100 días. El desafío será conseguir un capital de confianza que les permita pararse frente a una oposición herida con ganas de pegar duro.
Por Ricardo Carossino
Se fueron Darío Díaz Pérez y señora del Municipio de Lanús luego de ocho años de gobierno. El Frente para la Victoria dejó el poder y además dejó el palacio municipal. O sea, abandonó el capital simbólico y el capital inmueble. Y llegó el PRO, con Néstor Grindetti para hacerse cargo tanto del poder como de la Municipalidad, y lo que encontró no era lo que el mundo esperaba para una gestión de gobierno, según el relevamiento que hizo Política del Sur, según las fuentes consultadas de Cambiemos en el Ejecutivo.
El primer gran problema con se cruzó el nuevo intendente es la parte informática. Al parecer, nunca hubo registros bien detallados e informatizados de las distintas áreas. En los dos casos, el gabinete de Díaz Pérez cometió un grave error, si es como informan del PRO, porque o nunca informatizaron o lo destruyeron.
De acuerdo a lo recogido por este medio en una rápida recorrida por el palacio municipal, Grindetti no contaría, por ejemplo, con un registro rápido y accesible de los morosos. Esto le complicaría, claramente, cualquier política tributaria que quiera ejecutar de inmediato.
¿Dónde están los registros?
En la parte legal, el intendente tampoco tendría un relevamiento real de la cantidad de demandas que tiene el Municipio, salvo por tres grandes demandas (una sería La Casona). Así, el PRO se vería impedido de saber a ciencia cierta qué cantidad del erario público está en riesgo judicial.
Hay otro caso tan necesario y urgente como es el de las habilitaciones comerciales. En este territorio, no tener un buen registro de la cantidad de comercios e industrias que hay en Lanús, es pedirle al intendente que camine a ciegas por las calles, sobre todo por los riesgos de salubridad, higiene y contaminación.
De cara a la desinformatización que denuncian las autoridades municipales, esta nueva gestión tiene que calcular ahora no solo el costo en servicios informáticos, sino la cantidad de horas hombre en capacitación y el tiempo que llevará aceitar un nuevo sistema informático para tener los datos necesarios en tiempo y forma para tomar decisiones en políticas públicas.
Dentro de los cálculos de recursos, informaron que el dinero para el pago de sueldos y aguinaldo está, “lo dejaron”, sostuvieron a este diario web. Ciertamente, esto le permite a Grindetti empezar sus primeros pasos en la gestión evitando un conflicto gremial. Experiencia en la materia no le falta al hombre. Al llegar como ministro de Hacienda porteño, uno de sus primeros desafíos fue pararse frente a Amadeo Genta, el jefe conductor de Miguel Pedelhez, y la relación se fue aceitando productivamente conforme avanzaron los meses y en ocho años, nunca tuvo un problema con los municipales porteños.
Respecto de la planta municipal que es el otro tema en cuestión, aseguran que “el que tiene un trabajo y trabaja no tiene porque irse. El que no tiene lugar es el que no quiere trabajar o no tiene un puesto de trabajo”. Saben que en la depuración pueden cruzarse con “gente de Darío” y con “gente de Julián (Álvarez)” y aseguran que están preparados para defenderse de las acusaciones de “persecución ideológica”.
Hoy por hoy, el endeudamiento no estaría comprometiendo al Municipio: “Es un endeudamiento” normal resaltan con beneplácito, como para usar un término político y legislativo que la clase política adora. Esto les estaría permitiendo salir a buscar programas del BID y del Banco Mundial nuevos. Quizás algunos programas que la gestión anterior tomó, no podrán completarlos porque al parecer no se cumplieron las primeras metas de los mismos. Lo que sí, por ahora, no podrán tomar deuda corriente con bancos. El oxígeno tal vez tenga que venir de Nación y de Provincia.
El otro tema crítico y a la vez alentador es la presentación ante la gente. Los 100 primeros días claves en cualquier nuevo gobierno. Pueden ser una luna de miel tranquila o una conflictiva relación inicial. Todo depende de qué muestre y cómo comunique. A nadie le escapa que si bien escoba nueva barre bien, la primera impresión es lo que cuenta.
Habrá tres ejes fundamentales para trabajar en la primera imagen, que es sin duda la primera cita entre Grindetti y los vecinos, aunque el primer café tuvo el problema de la falta de luz.
Un indeseable piquete en la puerta de la Municipalidad por culpa de Edesur, le generó un primer dolor de cabeza que rápidamente pareció subsanar. Al cabo un primer problema, de encararlo rápido y de manera contundente habla más de su muñeca como intendente, que cualquier otro maquillaje inicial.
La Seguridad, fuera de toda discusión, es un punto central. No hay suficientes patrulleros o cámaras, pero se espera la ayuda de provincia, más policías, y tratar de revertir prontamente el miedo de una parte de los lanusenses. En eso, la luminaria deficiente será central.
El otro eje pasará por la higiene pública. En este punto, informaron que comenzaron a limpiar los basurales de las esquinas y lo hacen progresivamente. Faltan móviles, indican, pero se arreglan con lo que hay.
Y el otro ítem de la higiene es Covelia, la polémica Covelia. Aquí no dudaron en hacer una crítica severa. Afirman que la empresa recolectora “no está trabajando bien” y si no mejora el servicio tendrán que tomar cartas en el asunto. Lo harán, señalan, dentro de la ley, con el contrato en la mano y según indiquen las clausulas por las que puedan rescindir.
El desafío de Grindetti en estos primeros 100 días de gestión será crear su propio capital de confianza en la gente, tener un cheque en blanco para seguir haciendo, sabiendo que en cuatro años hay muchas obras que no se completarán. Está lejos el 2017 para consolidar mayorías políticas, pero el aplauso del vecino en el primer semestre será el viento de cola para tomar un buen impulso. De lo contrario, la cuesta arriba entorpecerá su camino y lo aprovechará la oposición herida por este año electoral.