Todos los indicios subyacentes conducen a que finalmente el Senado bonaerense no tendrá una sesión extraordinaria antes de que se cierre el presente año.
Se mantiene en pie, hasta el momento, solamente la convocatoria para una sesión preparatoria para el próximo jueves 26 de febrero a las 15 horas, paso previo a la concreción de la Asamblea Legislativa del 1 de marzo en la cual el gobernador bonaerense Axel Kicillof abrirá un nuevo período de sesiones ordinarias.
Más allá de la extensión de los tiempos a febrero, la rosca continúa sin pausa en el peronismo parlamentario en torno a la jefatura del bloque en la Cámara Alta provincial, y específicamente a la Vicepresidencia Primera de aquel Cuerpo que hoy se constituye en el tercer eslabón en la línea sucesoria del mandatario provincial.
Si bien el gobernador Kicillof logró encabezar con los suyos las Secciones Electorales del conurbano y algunas del interior, ese movimiento no afectó en líneas generales el peso específico del cristinismo que sigue prevaleciendo mayoritariamente en los bloques.
Para muestra sobra un botón, el titular de Obras y Servicios Públicos Gabriel Katopodis que encabezó la boleta de Fuerza Patria por la Primera Sección electoral finalmente decidió no asumir su banca en la Cámara Alta y su reemplazante es la camporista tigrese Roxana López: ergo, la orga ganó una silla más en la geografía del bloque.
El cristinismo no se quedó conforme con la convocatoria a sesión preparatoria para febrero y presionó mediante una notas dirigida a la vicegobernadora Verónica Magario para un resolución inmediata de las titularidades de los bloques y las Vicepresidencias del Cuerpo.
El camporismo quiere para sí la presidencia del bloque oficialista, entiende que luego de la salida de la cristinista Teresa García el espacio debe quedar para alguien identificado con la ex presidenta: para ese sillón impulsan a la marplatense Fernanda Raverta que por el momento no logra reunir un consenso unívoco en torno a su candidatura.
El massismo, en tanto, se mantiene expectante aunque vale recordar que en Diputados jugó en yunta con la orga y el insaurraldismo: si en el Senado se tuviese que recurrir eventualmente a una votación para definir al titular del bloque, el cristinismo juntaría la mayoría necesaria para apuntalar la postulación de Raverta. También se especula que ese sillón podría asignarse al ex titular de Seguridad Sergio Berni.
El kicllofismo, asimismo, impulsa a alguien de los suyos para la Vicepresidencia Primera, a la bahíense ex camporista Ayelén Durán que reporta en el armado de Andrés Larroque, aunque solamente cuenta con un puñado de apoyos dentro del espacio oficialista.
El kircherismo duro se envalentona y va por más, quiere la neurálgica Vicepresidencia Primera y para ese estratégico sillón postula al ex alcalde de José C Paz Mario Ishii, aunque algunos no descartan a Sergio Berni.
El peronismo detentaría esta vez también la Vicepresidencia Segunda del Cuerpo, se ampara en la mayoría simple que ostenta: el nombre para ese lugar que asoma con mayor nitidez es el de Malena Galmarini. En el período anterior este espacio le había pertenecido al PRO con Alejandro Rabinovich, pero esta vez el oficialismo no escatimará esfuerzos y peleará para quedarse con la silla.
Recién cedería a La Libertad Avanza, convertida en primera minoría, la Vicepresidencia Tercera: la ocuparía el parejista Gonzalo Cabezas o su par platense Matías de Urraza.
La Cuarta Vicepresidencia del Cuerpo será para el oficialismo, ese lugar podría quedar deparado para quién quede afuera de la pela por el bloque o para la axelista Ayelén Durán.
En tanto, la Vicepresidencia Quinta le correspondería al PRO y podría encaramarse en ese lugar el ex alcalde de Mar del Plata, Guillermo Montenegro.
La última silla correspondiente a la Vicepresidencia Sexta recaería en los dialoguistas de Unión y Libertad: se le asignaría a Carlos Kikuchi, hoy en día el único Vicepresidente en pie del Cuerpo hasta febrero próximo.
El cristinismo insiste, además, con el tratamiento inmediato de dos iniciativas del Ejecutivo que en caso de no tratarse en este período de extraordinarias perderían Estado Parlamentario: los proyectos de industria de producción de medicamentos y la empresa provincial de emergencias médicas.
Ambos expedientes tienen media sanción de Diputados desde fines del año 2024, y también ostentan despacho favorable de la comisión de Salud del Senado, por lo que las 24 manos levantadas del bloque oficialista serán suficientes para finalmente convertir en ley las iniciativas que apalanca con ahínco el ministro de Salud provincial, Nicolás Kreplak.