La medida fue dictada por el juez en lo Contencioso Administrativo N°1 de Avellaneda-Lanús, Luis Federico Castellanos, quien dispuso la cancelación del acto electoral hasta que se analice por completo la documentación secuestrada en los recientes allanamientos realizados en la sede de Gerli.
La decisión judicial frena —al menos momentáneamente— la convocatoria impulsada por la conducción de Enrique Merelas, quien preside el club desde hace más de cuatro décadas y es cuestionado por amplios sectores de la masa societaria.
La suspensión de las elecciones fue celebrada por el frente conformado por las agrupaciones 1915, El Porvenir Para Todos y la Peña Beto Pasculli, que desde hace meses reclaman transparencia, normalización institucional y comicios “con reglas claras”.
Según indicaron a este medio fuentes del frente opositor, “ochenta y cinco socios firmaron las presentaciones judiciales que derivaron en los allanamientos y en el secuestro de los libros del club”, lo que abrió paso a la intervención del juez Castellanos.
Para estas agrupaciones, el fallo representa “el segundo paso de un proceso de recuperación democrática” dentro del Porvenir.
“Lo dijimos cuando presentamos la denuncia: queremos elecciones limpias, con un padrón claro y con reglas de juego transparentes. No buscamos sólo los libros: buscamos garantizar que el socio pueda votar sin que se burle su voluntad”, expresaron.
El juez Castellanos resolvió postergar las elecciones convocadas por el club hasta completar el análisis de los libros, actas y registros administrativos secuestrados.
La documentación forma parte de una investigación que incluye denuncias por falta de transparencia, irregularidades en la administración y ausencia de procesos electorales regulares, temas que ya habían sido abordados en varias notas anteriores de Política del Sur.
Para las agrupaciones opositoras, esta decisión marca un freno concreto al histórico dominio de Merelas y abre un escenario donde la unificación de la oposición cobra fuerza.
“Hoy, más que nunca, sabemos que unidos le ganamos. Frenamos la maniobra y vamos hacia una segunda etapa: garantizar que las próximas elecciones sean verdaderas elecciones”, remarcaron.
El Porvenir atraviesa desde hace años un proceso de desgaste institucional.
Las denuncias de socios, la falta de elecciones regulares, la intervención judicial y los allanamientos conforman una trama que vuelve a poner al club de Gerli en el centro de la escena.
La suspensión electoral ordenada por Castellanos no define el futuro del club, pero sí marca un límite: hasta que no se esclarezca la situación administrativa, no habrá elecciones.
Mientras tanto, las agrupaciones opositoras siguen ganando terreno y afirman que este es “el inicio del fin de una etapa”.