Trasladaron a Isaías, el joven víctima de un grave caso bullying en Avellaneda: el pedido de su madre

Isaías Mendoza, el adolescente de 15 años que sobrevivió a una brutal golpiza "por un asiento" en una escuela de Avellaneda, superó los días que estuvo en coma y en terapia intensiva, y fue trasladado a una clínica de rehabilitación, donde continuará su proceso de recuperación.

La madre del joven que era víctima de bullying y ahora sufre las secuelas del grave caso de violencia escolar que casi le cuesta la vida, habló con exclusiva con el programa radial Política del Sur sobre la nueva etapa que afronta su hijo. Mientras tanto, mantienen vigente el reclamo de justicia, para que "no haya otra víctima cómo Isaías".

"No escucho la voz de mi hijo hace 68 días, y es una lucha diaria, pero estoy fuerte para que paguen los culpables", expresó Evelyn, durante una entrevista telefónica brindada durante la mañana de este miércoles, en la que demostró su fortaleza para seguir en compañía de su hijo, y pedir que su caso no quede impune.

"El daño cerebral que tiene es muy grave", indicó al ser consultada por los partes médicos, que no serían alentadores. Sin embargo, recordó que cuanto lo internado, le dieron "dos horas de vida". Por lo tanto, no pierde las esperanzas de que todo pueda volver a la normalidad después de tanto dolor. Por ahora, el joven no habla ni tiene movilidad.

Sobre el agresor, explicó que tiene arresto domiciliario tras el brutal ataque a Isaías, ocurrido el 24 de septiembre pasado dentro de la escuela 27, ubicada en Chacabuco y Avenida Roca. No obstante, también acusó a una docente por su cuestionable accionar durante la agresión.

"Lo agarró a mi hijo mientras le pegaban en el estómago. Si se hubiera defendido, no estaría así cómo está ahora", remarcó sobre la participación de la maestra. Pese a ello, no habría sido apartada de su cargo, y la única medida adoptada fue un cambio de escuela. Debido a eso, piden pedidas más severas para ella.

Respecto al acoso que sufría Isaías, señaló que las autoridades escolares estaban al tanto, pero no impidieron que la situación se fuera de las manos. "Había 35 actas de lo que le venía pasando a mi hijo", indicó, y aseguró que el acusado ya tenía antecedentes similares en otro establecimiento educativo.