Los días en el ámbito de la Legislatura bonaerense transcurren signados por febriles negociaciones en busca de la celeridad en la aprobación del Presupuesto, Ley Fiscal y fundamentalmente el endeudamiento que el gobierno de Axel Kicillof necesita como el maná. Sin embargo, luego del debate del paquete de los proyectos enviados por el Ejecutivo tenga lugar otra rosca no menos trascendente que se enfocará fundamentalmente en dos temas que deben ser resueltos: la composición de las autoridades de las Cámaras y la habilitación a la reelección indefinida de los intendentes.
Por ahora se ha convenido en el oficialismo que ambas discusiones se den en el marco de la nueva composición legislativa.
La titularidad de Diputados es un tema central en la órbita parlamentaria, el mandato del massista Alexis Guerrera termina el próximo 10 de diciembre y ya comienzan a esbozarse los escarceos para determinar quién será el encargado de conducir los destinos de la Cámara Baja en el 2026.
Hay algunas voces que deslizan que sería conveniente que continúe durante el primer año el referente massista y en recién para el 2027 se discuta una nueva conducción que podría ser afín al camporismo.
Sin embargo, en el kicillofismo esperan poder terciar en la disputa y buscar sentar a uno de los suyos a partir del próximo 10 de diciembre: el apellido que manejan en el Palacio de Gobierno es el de Mariano Cascallares que es uno de los interlocutores del oficialismo en la negociación por el Presupuesto, Ley Fiscal y endeudamiento.
El inconveniente mayor que despunta el sector que responde al gobernador Axel Kicillof es que despunta apenas un puñado de apoyos, alrededor de 10 diputados, por lo que se encuentra en franca desventaja con el cristi-camporismo que maneja 16 bancas y que suele actuar en tándem con el massismo que tendrá en su haber unas 10 sillas a partir de la nueva composición legislativa de diciembre.
No se descarta que puedan acordar una vez más Sergio Massa y Máximo Kirchner una conducción alternada por los próximos dos años y dejar afuera otra vez al kicillofismo, en ese esquema presunto en el primer año continuaría Guerrera y en el segundo año alguien del riñón de la orga: se maneja entre bambalinas el nombre de la quilmeña Mayra Mendoza.
Si bien el alcalde Almirante Brown Mariano Cascallares mantiene buenos vínculos con el resto de los actores que componen la geografía peronista, es cierto que si los apoyos se ponen arriba de la mesa hay una clara desventaja en el poroteo para los seguidores del Gobernador bonaerense.
Lo que sí está claro es que el bloque oficialista de la Cámara Baja seguirá en manos de La Cámpora, y posiblemente con la conducción del matancero Facundo Tignanelli, aunque algunos no descartan para ese lugar a Mayra Mendoza.
En el Senado, en tanto, habrá que dilucidar lo que pasará a partir del 10 de diciembre con la Vicepresidencia Primera del Cuerpo que es el tercer componente en la línea sucesoria y que le corresponde de hecho al oficialismo. Hoy la ocupa el cristinista Luis Vivona con terminal política en el alcalde de Malvinas Argentinas Leonardo Nardini.
Vivona se muda de Cámara en diciembre por lo que se abrirá una disputa por el cargo que hoy detenta. Es probable que el cristinismo lo pida para ese sector aunque también el massismo podría jugar fuerte: pululan en el marco de las especulaciones los nombres de Fernanda Raverta y Malena Galmarini.
Habrá que ver si finalmente Gabriel Katopodis baja al Senado y asume su banca: en ese caso podría convertirse en un potencial candidato para manejar el bloque ante el término del mandato de la cristinista Teresa García.
Otro de los proyectos que pueden tomar impulso una vez desembarcada la nueva composición de los dos Cuerpos, tiene que ver con una pretensión de los alcaldes ligados al kicillofismso: la eliminación del límite a las reelecciones indefinidas.
A principios del corriente año, los intendentes enrolados en el proyecto político del Gobernador habían resuelto que debían dar el debate en la Legislatura, sin embargo el estallido de la interna peronista terminó dejando de lado momentánea la empresa que ahora podría retomar con fuerza.
En principio, el cristinismo apoyaría la iniciativa y habrá que ver que actitud toma el massismo, si continúa en la tesitura del rechazo a la caducidad de una ley que ayudaron a prohijar o cambia de parecer.
Los antecedentes más inmediatos mostraron a los legisladores referenciados en Sergio Massa fustigando el expediente que vanamente intento convertir en ley el cristinismo de reelección indefinida de legisladores y concejales.