La Justicia trata de determinar el origen del incendio que arrasó con gran parte del polígono industrial de Ezeiza el pasado viernes. Para eso, comenzaron las pericias que serán fundamentales en la investigación.
Afortunadamente, el siniestro no provocó víctimas fatales, pero fue considerada una tragedia empresarial por las perdidas económicas multimillonarias.
Los peritajes no sólo buscan saber cómo se produjo el siniestro, sino además delimitar responsabilidades dentro de las distintas empresas que componen el gran predio industrial, si fue intencional, un accidente o si hubo algún error humano.
El caso está a cargo de la fiscal Florencia Belloc, de la UFI 1 de Ezeiza, quien ordenó a la Policía Científica bonaerense que realice las pericias una vez sofocadas las llamas. Si bien el foco fue controlado, en algunos sectores todavía se mantenía el fuego este lunes.
Entre las empresas afectadas, hay al menos cuatro en la mira de las autoridades. Una de ellas es Logischem, planta de agroquímicos donde se habría originado el siniestro. Una de las hipótesis habla de una fuga de gas que produjo un incendio.
El fuego, que comenzó el viernes a la noche, provocó una fuerte explosión que alcanzó a los depósitos de Iron Mountain, Larroca Minera, Almacén de Frío, Aditivos Alimentarios y la distribuidora Salón, todas ubicadas dentro del Polígono Industrial que está a metros de la Autopista Ezeiza-Cañuelas.
Como consecuencia de la detonación, además de las destrucciones totales de los depósitos, se reportaron al menos 25 personas heridas. Durante 36 horas, los bomberos de al menos diez distritos trabajaron incansablemente controlas las llamas. Entre ellas se encontraron un directivo de la empresa que atravesó un infarto y una mujer embarazada intoxicada, que ingresó en estado crítico a terapia intensiva.
Durante las pericias también se deberá investigar si las empresas contaban con los protocolos de seguridad y la Justicia deberá indagar sobre los permisos de habilitación correspondientes de cada planta.