Con el segundo cuatrimestre en la recta final y la Ley de Financiamiento Universitario suspendida, las autoridades de las universidares esperan una respuesta de la Justicia. Algunos gremios docentes y no docentes ya anunciaron un paro de 72 horas, pero ADUNLA (Asociación de Docentes de la Universidad Nacional de Lanús) aclaró que no realizan medidas de fuerza para no perjudicar a los estudiantes.
Política del Sur conversó sobre esta cuestión con Juan Donati, docente y secretario general de ADUNLA. “Hicimos nuestras reuniones y con nuestra federación decidimos no hacer paro. En la UNLA (Universidad Nacional de Laníus) esta semana es la última semana de clases y si nosotros hacemos paro, los perjudicados van a ser los estudiantes y el funcionamiento de las universidades”, explicó.
“Desde que comenzó este conflicto, cuando asumió Javier Milei, no somos los que queremos perjudicar el funcionamiento de la universidad. Nosotros la estamos defendiendo y estamos exigiendo un financiamiento adecuado para que funcione normalmente. Es el Gobierno el que quiere interferir en eso. Por eso seguimos a modo de protesta, haciendo asambleas, protestando y haremos todos los paros que los docentes decidan, pero creemos que este no es el momento. Con todo el respeto absoluto al resto de las federaciones, detalló”.
Donati, además, señaló que el sistema universitario nacional es muy heterogéneo y así como hay universidades centenarias hay otras que tienen pocos años. Sin embargo, todas ellas sufren en algún punto problemas por falta de financiamiento. Mientras algunas tuvieron que ahorrar gas y luz, otras no pueden abonar los gastos fijos y otras instituciones demoran en realizar reparaciones edilicias. Lo que sí es similar en todas ellas es la cuestión de los salarios de docentes y no docentes.
“Es tan diversa la situación, las realidades de cada universidad, y esa diversidad, esa heterogeneidad, esa pluralidad me parece que es lo más rico que tiene el sistema universitario. Todas somos diferentes, el unísono que existe ahora es en defensa de las universidades porque si esto sigue así, el año que viene vamos a estar muchísimo más complicados”, subrayó.
Y aclaró que “la situación es muy angustiante". "Estamos entre la espada y la pared, hay docentes que siguen renunciando, ya son más del 10% en todo el país, eso incluye a todas las universidades. Uno diría ‘bueno, hagamos un paro por tiempo indeterminado, cerremos la universidad’, pero en realidad somos nosotros los que la defendemos. Entonces, tenemos que ser muy creativos y me parece que en estos años lo hemos sido con las grandes movilizaciones, con la aprobación de una ley. Hubo que trabajar mucho para convencer a muchos legisladores”, planteó.
Por otro lado, se refirió a la presentación ante la Justicia del CIN (Consejo Interuniversitario Nacional). “Ahora se está judicializando porque es ilegal que el Gobierno, con una ley votada tres veces y rechazando el veto, no la aplique. Más temprano que tarde se va a llegar a una resolución judicial. Lo que pasa es que la Justicia en Argentina es una institución que muchas veces algunas causas demoran demasiado. Y en el medio está el funcionamiento de las universidades que va a ser afectado”, consideró.
En esa línea, comentó que el Gobierno de forma arbitraria destina pequeñas partidas a algunas universidades para cubrir gastos mínimos. “Eso tampoco es democrático. Tiene que ser claro, un presupuesto votado por los legisladores que alcance para el normal funcionamiento”, sostuvo.
“Y después está el tema de los trabajadores, las trabajadoras y los estudiantes. Quienes están con una pérdida de poder adquisitivo tremenda, con mucha precarización en sus trabajos. Les cuesta mucho llegar al fin del cuatrimestre, a la aprobación de las materias. Nosotros entendemos las situaciones, acompañamos, pero hay un punto donde tienen que saber los contenidos mínimos”, aseguró el dirigente.
“Lo vemos en las aulas, cuando cerramos las planillas, cuando aprobamos o desaprobamos estudiantes, vemos la cantidad de deserción. Lo vamos a terminar viendo con el tiempo y creemos que eso es muy perjudicial para el sistema universitario y para nuestro país”, lamentó. Y añadió: “Se están anotando muchísimos pibes y pibas, sobre todo en las universidades del conurbano, con los mismos números que teníamos antes de este Presidente. Se deposita mucho en el futuro, la familia, poder estudiar, tener un ascenso social, trabajar de lo que te gusta. Por eso decimos que se sigue apoyando y no hay un descreimiento de la institución, porque si no habría una merma de inscriptos”.
Detalló que en la Universidad Nacional de Lanús las tres carreras con más inscriptos son enfermería, nutrición y sistemas. “Me parece que somos un país mejor si tenemos más profesionales de todas las carreras, particularmente en estas tres. El gobierno está combatiendo eso”, consideró.
“No es mucha plata lo que se necesita para que las universidades funcionen normalmente. Es muy poquito lo que hay que sacar del PBI. Si la empresa Mercado Libre pagase los impuestos que debiera pagar, con esos fondos alcanza y sobra para financiar el sistema universitario. Acá no hay problema de plata, es una decisión política de que los pibes y las pibas, sobre todo del conurbano y de las provincias más alejadas, de sectores populares, no estudien”, finalizó.