Cúneo entró a Lanús por la puerta de atrás que el intendente Álvarez se olvidó abierta

En una Argentina que sigue atada con alambres (made in USA), Lanús aporta su cuota de surrealismo electoral. Hoy hay una Argentina con lógica Milei, una provincia con lógica Kicillof y un Lanús con lógica La Cámpora. ¿Qué puede salir de algo así?

En Lanús nadie entró a romper nada. Simplemente, alguien dejó la puerta abierta. Y por ahí se coló Santiago Cúneo, un outsider en la elección intermedia, que ahora recorre el distrito con guiños de adentro del propio municipio.

En rigor, mientras Julián Álvarez, el intendente de La Cámpora, milita con obediencia la lista que encabeza Jorge Taiana por Fuerza Patria, uno de sus funcionarios de confianza ya se sacó la camiseta oficialista y se probó otra: la de Nuevos Aires, con un candidato que viene intentando recoger bronca, votos sueltos y algunas estructuras sueltas también.

Jorge Lazo, director de Formación Laboral y referente de La Koordinadora, blanqueó su apoyo a Cúneo sin ponerse colorado. Y lejos de esconderse, lo hace en público, en redes, en actos, y hasta se especula con que parte de su militancia ya estaría movilizando para el periodista devenido en político.

La novedad no vino sola. El último fin de semana, Cúneo visitó la Feria de Monte Chingolo, una parada clásica en la campaña lanusense. Allí habló con vecinos, comerciantes y militantes, como si jugara de local. Nadie lo escrachó, nadie lo apuró, nadie preguntó qué hacía. Porque, claro, cuando entrás por la puerta trasera, ya estás adentro antes de que alguien se dé cuenta.

Puertas adentro, nadie lo dice en voz alta. Pero hay algunas caras largas en el camporismo lanusense. “No puede ser que uno de los nuestros le haga campaña a otro espacio y siga cobrando del municipio”, se quejan algunos en off, mientras otros, más pragmáticos, reconocen que el intendente prefiere no hacer olas antes del 26 de octubre.

Porque claro, si Lazo se fue con lo suyo, es un problema menor. Pero si se llevó militancia financiada con recursos del Estado local, el costo político puede ser mayor que esos 2,7 puntos que hoy mide Cúneo según la última encuesta de Federico González & Asociados, aunque desde las filas del gobernador Axel Kicillof se ríen: “¿Cuneo? Mide menos del 1%. No existe”, dijeron a Política del Sur cuando se los consultó sobre esta recorrida en Lanús.

La pregunta que empieza a tomar cuerpo es si esto fue una desprolijidad, una jugada personal de Lazo o si hay algo más. ¿Y si a Álvarez, en el fondo, le sirve que alguien canalice el voto suelto, el malestar con la dirigencia y la antipolítica, pero desde un espacio que no lo amenace directamente?

Cúneo, con su discurso de patria, soberanía, casta y conspiraciones varias, le habla a un electorado que el kirchnerismo no puede retener. Y si alguien del oficialismo lo ayuda un poquito, aunque sea por la puerta de servicio, tal vez sea un daño colateral tolerable.

Lo cierto es que en Lanús nadie controla la entrada, y Cúneo se está paseando como si fuera parte del decorado. ¿La pregunta es: quién le abre las próximas puertas? ¿O ya están todas abiertas?