Un grupo de especialistas del CONICET, a través de un método experimental, logró detectar un tipo de cáncer cerebral en estudios preclínicos. Política del Sur conversó con Marianela Candolfi, especialista en oncología traslacional, líder del estudio e investigadora en el Instituto de Investigaciones Biomédicas (INBIOMED, CONICET-UBA).
“Venimos trabajando con un tumor cerebral, que entre los tumores malignos es el más común, que se llama glioblastoma. Es un tumor extremadamente difuso, por lo tanto, cuando el cirujano extrae la masa tumoral principal, quedan las células difundidas en el cerebro normal”, explicó Candolfi.
Señaló que “el tumor recurre después de la cirugía, porque además son células muy resistentes a la quimioterapia y a la radioterapia. A estos pacientes hace 20 años que se les da lo mismo y la sobrevida mediana de los pacientes es de nueve meses aproximadamente. En 20 años no tuvimos ningún avance en el tratamiento en ninguna parte del mundo”.
“Somos muchos los que tratamos de encontrar alternativas para estos pacientes. Lo que hicimos fue usar una estrategia de terapia génica. Se usan virus que, mediante ingeniería genética se modifican para que no puedan replicar y expresen los genes que son de interés, en este caso, un gen terapéutico. Lo que hacemos es expresar una molécula muy chiquitita, que se llama P60, que es un péptido que entra a las células y bloquea una proteína que se llama Fox P3”, detalló.
Y precisó: “Lo que vimos es que cuando usamos estos virus en ratones con tumores en el cerebro, si inyectamos esos tumores con una dosis de este vector y lo combinamos con quimioterapia, los ratones que no respondían a la quimioterapia, ahora el 30% sobreviven a largo plazo, y cuando observamos su cerebro no vemos el tumor”.
“Lo que vimos también es que si usamos este virus en el cerebro normal, no vemos toxicidad. Por lo tanto, por lo que vimos hasta ahora en muchos experimentos in vitro y en los ratones, es un tratamiento que sería seguro y efectivo en estos pacientes. Pero todavía tenemos un camino para recorrer para usarlo en los pacientes”, subrayó.
Y destacó la colaboración para el trabajo: “Este trabajo se hizo en colaboración con institutos locales como el Instituto Fleni, colegas de nuestro instituto, del Instituto Milstein de Conicet. Pero también con colaboradores de la Universidad de Michigan y la Universidad de Navarra. La ciencia es internacional, nosotros convivimos permanentemente y los recursos humanos en ciencia en nuestro país son de altísimo nivel internacionalmente. La gente que se forma acá es espectacular y no tiene nada que envidiarle a ningún país”, mencionó.
Asimismo, consideró que “esta enfermedad en particular es incapacitante, las personas no pueden trabajar". "Si vamos a ir a los números, a nivel monetario, como les gusta hablar a ellos, eso es una pérdida para el país. Que una persona viva 20 años menos porque tiene este tumor y nadie hace nada. Y en los pacientes pediátricos son incluso peores. Entonces, ¿cuánta vida productiva en los términos de ellos, perdió? ¿Cuánto perdió el país? Es todo ganancia”, aseguró.
Y recalcó: “Si vamos a lo estrictamente monetario, es una inversión. Invertís en tener mejores tratamientos, más específicos. Das un tratamiento que es tóxico o que no sirve y esa persona puede terminar hospitalizada y son más gastos para el sistema sanitario. Es totalmente irracional. Nosotros tratamos de ir hacia una medicina racional, que al paciente le den algo que le va a servir y eso es una inversión espectacular en salud”.
Por otro lado, Candolfi se refirió a la situación crítica del sistema científico: “El ataque a la ciencia es una cuestión ideológica y un país sin ciencia depende de los países centrales. El paradigma actual es que no hagamos nada, que dependamos en todo de los países centrales. Porque el costo es muy bajo comparado a la producción y al enorme país, la producción inmensa que tenemos y el potencial que tiene nuestro país”.
“Es ideológico y la ciencia soberana, si querés que tu país sea una colonia, no sirve. Por eso creo que nos atacan y nos dicen parásitos, ñoquis y un montón de cosas. El ataque es a todas las disciplinas", consideró.
Finalmente, remarcó que “la ciencia es pública". "Lo que hacemos en CONICET es de todos. Cuando nos dicen ñoquis, no nos perjudicamos a nosotros, se perjudica a todo el país. Porque la ciencia de nuestro país es para todos. Y estoy súper de acuerdo en que la gente sepa lo que hacemos y sepa que es para ellos al final del día”, completó.