Este 1° de julio se cumple un nuevo aniversario de la muerte de Juan Domingo Perón. Figura clave de la historia argentina que despertó grandes amores y odios alrededor de su persona a lo largo de los años.
Política del Sur conversó al aire con Javier Garín, abogado de Derechos Humanos, ambientalista y escritor. Quien contó que en el registro oficial, Perón falleció con 78 años pero que “parece ser que en realidad tenía 80 años, era un hombre muy grande y con problemas de salud serios”.
Garín contó que por recomendación de su médico en España y sus dos médicos de confianza en la Argentina, el general debía mantener sus actividades públicas al mínimo. “Había tenido infartos y tenía problemas cardíacos de los cuales no se había informado a nadie, se mantenían en secreto”, reconoció.
Asimismo, remarcó que su salud “no impidió que Perón tuviera plena lucidez, como lo han manifestado todos los testigos que lo trataron en esa época”. Y agregó que “corrió la versión de que en realidad estaba gagá, que no sabía lo que hacía, que solo estaba lúcido unas pocas horas al día. Pero los testimonios indican lo contrario”.
Siguiendo con lo anterior, sostuvo que “pronunció un discurso ante el Congreso, antes de asumir, para todos los bloques políticos que duró como 3 horas. Donde fue todo improvisado y todos los discursos eran improvisados y revelan la brillantez de su intelecto”.
Por otro lado, señaló que “el Perón del regreso fue el más lúcido. Fue el Perón de la Unidad Nacional, el que habló sobre la ecología adelantándose 50 años a los problemas de hoy, quiso terminar con la histórica división de la sociedad argentina
Antes de fallecer, el mandatario estaba trabajando en unos escritos que luego fueron publicados en el libro Modelo Argentino para el Proyecto Nacional. “Él tenía la intención de hacer una gran convocatoria nacional para definir ese proyecto nacional e incluso hacer una reforma constitucional que contuviera esos consensos”, relató el abogado.
En esa convocatoria esperaba reunir a todos los sectores sociales, desde las iglesias, hasta los sindicatos y las asociaciones civiles, “para elaborar un proyecto que contuviera a todos los sectores y que terminara con la histórica división de la sociedad argentina”.
“Perón en ese momento tenía la fortaleza política suficiente como para hacerlo, lo que lo que le falló fue el físico”, lamentó.
En ese sentido, subrayó que “él decía que la organización vence al tiempo, el hombre no vence al tiempo. Con esto estaba significando que había que tener una estructura orgánica que fuera independiente de la vida, de la salud de un líder”.
Además remarcó que la situación social y política en el país y a nivel mundial era muy difícil para afrontar esta idea de unidad. Sin embargo, en ese contexto “Perón en el breve tiempo de su presidencia frenó la inflación, recuperó en 10% la participación de los trabajadores en el PBI, recuperó una situación de pleno empleo”, destacó.
“Era un momento de gran florecimiento, pleno de realizaciones y lamentablemente no se pudo continuar por la muerte de Perón”, expresó Garín quien sumó la situación política interna con las guerrillas y el golpe de estado al acecho.
Finalmente, reflexionó que “esto que Perón logró en sus primeros gobiernos y volvió a establecer en su tercera presidencia, nunca más volvió, nunca más se pudo recuperar”.
Y sopesó que “incluso en los mejores momentos, cuando estaba en su apogeo el kirchnerismo, que recuperó muchas banderas históricas. Pero no llegó a plasmar la visión estratégica totalizadora que tuvo Perón”.