El dirigente del radicalismo de Avellaneda Martín Ruíz Deza analizó el proceso de elecciones internas en la Provincia de Buenos Aires que lleva adelante el partido centenario y consideró de suma importancia tener una mirada hacia el conurbano para ganar competitividad nacional. "No podemos quedarnos solamente en defender los intereses de Intendentes que gobiernan un distrito de 25 mil personas", opinó.
Y agregó: "En el interior se gobiernan por lo general ciudades chicas y quienes están al frente defienden las necesidades de su territorio, a veces se pierde un poco el eje nacional. Me parece que un partido que quisiera ser mayoría, no puede descartar al conurbano bonaerense. Negar esta parte de la provincia sería suicida".
En declaraciones con Política del Sur, explicó que de cara a los próximos comicios "hay un sector que era más amigable con Juntos por el Cambio y, por carácter transitivo aunque no se quiera admitir, con el Gobierno nacional y otra postura del radicalismo que es mucho más opositora. Por lo tanto, me parece que esa es la gran diferencia que se da en esta interna".
Al mismo tiempo, apuntó contra quienes utilizan los cargos conseguidos desde las banderas de la UCR para acompañar medidas del Gobierno nacional. "La historia del radicalismo no tiene nada que ver con lo que se está haciendo", remarcó.
Con tono crítico, Ruíz Deza apuntó contra los legisladores y dirigentes dialoguistas: "A los diputados, senadores e Intendentes que dicen que no pueden ser oposición les pregunto ¿que les dió el Gobierno nacional hasta ahora? A cambio de defender cosas que van en contra de la historia del radicalismo. No les dio nada, ni una obra pública".
En el plano "personal" explicó que "está más cerca del liberalismo que de la social democracia", no obstante, rechazó las políticas del Gobierno al afirmar que "son el ajuste por el ajuste mismo, sin ningún plan productivo". "El ajuste se quiere hacer donde no corresponde, en la educación pública, en la obra pública que es fundamental", enfatizó.
Por último, llamó a "recuperar la política, no a destruirla", mientras subrayó que "hay una crisis de representatividad". "Eso pasa porque seguimos apostando al genio de una persona, de alguien que se haga popular como pasó con este Presidente. La base de la democracia son los partidos políticos, no las personas, la solución de los problemas debe venir por estructuras. Si eso significa ser casta, entonces seremos casta", sentenció.