La batalla en el justicialismo bonaerense no da visos de detenerse más allá del maquillaje de unidad que se quiso imponer en el encuentro de San Vicente por los 50 años del fallecimiento del conductor del movimiento Juan Domingo Perón.
Es que si bien esta vez los dirigentes camporistas encabezados por Máximo Kirchner concurrieron en masa a la conmemoración, el presidente del PJ no subió al escenario y por momentos mostró signos de desatención en pleno discurso del mandatario bonaerense: "Máximo habla con los gestos muchas veces”, destaca una fuente de ese espacio a PDS.
En rigor, la frágil tregua a la que arribaron el gobernador y titular camporista no parece tener asegurada una perduración en el tiempo.
El calendario apremia y el 17 de noviembre esta a la vuelta de la esquina, Máximo continua apostando a la territorialidad en distritos que gobiernan alcaldes que no tienen la chance de reelección y no piensa correrse un ápice de ese norte: “Nosotros aspiramos a quedarnos con más intendencias en el 2027”, desliza el plan en curso ante PDS un referente legislativo ligado a la conducción de la orga.
La Cámpora estudia los pasos a seguir con respecto a la interna partidaria y según pudo recabar este portal la intención es jugar y no resignarse a perder la conducción en manos de los seguidores del gobernador: saben que está en juego mucho más que un sillón partidario sino el empoderamiento de la lapicera hacia el 2025 en lo que concierne al armado de listas legislativas en la provincia.
El kicillofismo en tanto tampoco descansa, hay alcaldes como Jorge Ferraresi que no cesan en sus recorridas por distritos del conurbano, lo que como consecuencia lógica ha producido desajustes con Mayra Mendoza por su incursión en territorio cervecero sin avisar y también con Juan Andreotti en San Fernando lo que provocó la ira de Sergio Massa y Malena Galmarini.
Dentro de las huestes del gobernador hay dos vertientes, la del alcalde de Avellaneda que busca generar armados con la intención de posicionarse al final del camino como el sucesor de Kicillof y la intentona que encarna Gabriel Katopodis que recorre la provincia peregrinando una unidad que hoy parece una quimera.
Ante este escenario, aparece una vertiente dentro del justicialismo provincial que despunta la movida de terciar entre el kicillofismo y la orga, los llamados renovadores sueñan con un tiempo similar al que alumbró luego de la derrota peronista en 1983 cuando Antonio Cafiero, Carlos Menem y Carlos Grosso se embarcaron en un proceso que culminó con el primero de ellos sentado en la gobernación bonaerense en 1987.
Los principales impulsores de esta nueva remake con ínfula ochentosa la personifican el alcalde de Esteban Echeverría Fernado Gray, que se muestra como un entusiasta ortodoxo al general Perón y Eva Perón, y el ex intendente de Hurlingham Juan Zabaleta que fue desplazado en la interna del pago chico por el camporista Damián Selci.
"Es algo muy incipiente”, se limita a responder un emisario de ese grupo ante la consulta de PDS.
Lo cierto es que buscarán sumar en esta cruzada a alcaldes del interior que se encuentran concentrados en la gestión y sin alineamiento en la interna partidaria.
El interrogante que se abre es si finalmente este espacio dará la lucha por la conducción del PJ bonaerense o si es un armado que busca mostrarse con cierta independencia para subirse el precio y luego negociar con el kicillofismo.
Esa es la sospecha que invade a la orga, sienten que la jugada busca reclutar alcaldes para luego volcarlos hacia la filas del gobernador.
El ex superministro de economía Sergio Massa se muestra particularmente distante del gobernador bonaerense Axel Kicillof, al tiempo que no abandonó el contacto asiduo con Máximo Kirchner.
La ausencia del ministro de Trasporte Jorge D`Onofrio a la convocatoria de San Vicente constituyó un llamado de atención en las filas del gobernador: “Quisieron mostrar un enojo que no tiene justificativo, aparte ellos se dicen renovadores y no peronistas”, chicanea un legislador que reporta en las huestes kicillofistas ante PDS.
En rigor, desde el massismo deslizan ante este medio que desean correrse de disputas internas que siembran discordia en la sociedad, al mismo tiempo destacan que el mandatario bonaerense ha emprendido una carrera apresurada como potencial presidenciable: “No nos olvidemos que a Milei en 2022 no lo tenía nadie, no hay que apresurarse”, agrega una fuente massista de la Legislatura bonaerense a este portal.
El Frente Renovador tiene la guardia alta mirando diciembre del 2024 cuando, según el acuerdo al que llegó Massa con Máximo Kirchner, debería producirse la alternancia en la titularidad de la Cámara Baja y Alejandro Dichiara dejarle su lugar a Alexis Guerrera: “Hoy ese acuerdo está vigente, nosotros no tenemos dudas”, confirma lapidario ante PDS un referente massista.