Macri va por todo en el PRO bonaerense

La batalla en el PRO bonaerense entre el macrismo oficialista y la disidencia bullrista escala a niveles de compleja resolución.

Como anticipó PDS el ex presidente ordenó presión alta contra los engranajes de la Piba que en nombre del partido ocupan estamentos en el orden legislativo, de la justicia, e inclusive en el Consejo Provincial de Educación donde el representante bullrista votó favorablemente que no se repita más en el secundario cuando el ministro Sileoni lo puso a consideración.

En la Legislatura fue corrida de la vicepresidencia segunda del Senado Daniela Reich, esposa de uno de los principales impulsores de la fusión con los libertarios, el alcalde de Tres de Febrero, Diego Valenzuela.

El próximo objetivo del ex presidente es correr del Consejo de la Magistratura al diputado bahíense Fernando Compagnoni que también responde a la Ministra de Seguridad nacional y es parte activa del bloque de cinco legisladores que en la Cámara Baja provincial preside Florencia Retamoso.

La cuestión es que la movida de Macri a partir de los aires de  refundación que quiere imprimirle al PRO bonaerense pasa por no dejar ningún vestigio de bullrismo dentro de sus filas: “O se van del partido o los asfixiamos”, destaca categórico a este portal una fuente legislativa amarilla ligada a los bloques que responden al ex presidente.

En el mes de agosto asumirá formalmente la conducción bonaerense amarilla Cristian Ritondo cuya función central será la de promover el debate interno pendiente desde finales del 2023 que piden los alcalde rebeldes como Santiago Passaglia de San Nicolás.

El jefe comunal de la cuna metalúrgica es un líbero en el PRO provincial que inclusive no tuvo prurito en mostrarse hace unos días en su distrito con el titular de la cartera sanitaria nacional Antonio Russo en la presentación de vouchers de salud para los habitantes de enclave del norte bonaerense.

Ritondo deberá acentuar su muñeca política para contener una tropa  dispersa que por el momento reporta a la conducción de Mauricio Macri aunque nadie asegura que pueda mantenerse esa situación en el futuro, sobre todo si a Javier Milei lo continúan acompañando los números positivos en las encuestas rumbo al 2025.

El bullrismo en tanto resiste, sostiene que lucharán por los cargos que ostentan porque no se han ido formalmente del espacio.

En rigor, tanto Valenzuela como la ministra de Seguridad nacional acicatean junto al armador libertario bonaerense Sebastián Pareja la construcción de una alianza política que dé soporte electoral a Javier MiIei en la provincia de Buenos Aires: “Lo que está en juego hoy es quién conduce la política de alianzas para el año que viene, si será Mauricio o Patricia”, analiza un agudo observador ligado a la tropa amarilla ante la consulta de este medio.

La guerra fría que se libra en la Legislatura

En el Parlamento bonaerense el PRO conserva la primera minoría opositora en ambas Cámaras legislativas, aunque se vio severamente lesionado por la disidencia bullrista que le arrastro en Diputados cinco legisladores lo que deja al espacio disminuido en la lucha por los puestos preponderantes del Cuerpo de cara al 10 de diciembre próximo.

Es que en la bancada del santillista Agustín Forchieri sacan cuentas y estiman que si el bullrismo se fusiona en un solo bloque con La Libertad Avanza oficialista que conduce Nahuel Sotelo desplazaría cómodamente al PRO de la primera minoría, lo que podría eventualmente privarlo a partir del 10 de diciembre de la Vicepresidencia Primera con firma que hoy ostenta el grindettista Adrián Urreli.

En el Senado, el bloque que conduce el ruso Alejandro Rabinovich, un lugarteniente del marplatense Guillermo Montenegro, salió relativamente indemne ya que solo perdió una banca por el salto de Daniela Reich.

Pero la guerra fría entre el macrismo y el bullirsmo parece no inclinarse hacia una coexistencia pacífica ya que Mauricio Macri ordenó a la junta electoral amarilla bonaerense que vaya a la justicia para quitarle el sello PRO  a los dos bloques legislativos rebeldes.

Según pudo consignar este portal, desde la bancada que conduce Forchieri elevaron una misiva dirigida al presidente de la Cámara Baja, Alejandro Dichiara, para que el bloque que conduce Retamoso se abstenga de usar la marca PRO.

Idéntica resolución tomó Alejandro Rabinovich en el Senado buscando que el monobloque PRO- Libertad de Reich recorte la sigla amarilla.

Desafiantes, desde el bullrismo adjuntan que continuarán usando el nombre PRO porque siguen siendo parte del espacio y que solo la justicia electoral tiene competencia para una determinación de ese calibre: “Nosotros somos parte del partido, solo que no aceptamos las imposiciones de Mauricio que quiere subirse el precio para negociar él con Milei”, denuncia a PDS una fuente bullrista despuntando mucho enojo con las actitudes del ex presidente.