En el corazón del peronismo y entre los rincones de Lomas de Zamora, Bruno Tavano sigue siendo recordado como uno de los suyos.
Su figura, impregnada de una política arraigada en la cercanía con la gente, persiste viva a pesar de que hace ya 23 años nos dejó, un 18 de enero de 2000.
Su ausencia física no ha logrado desdibujar su imagen en el imaginario local, que aún evoca al hombre que, tanto en su quehacer político como personal, encarnó todas las cualidades de un auténtico militante.
El legado de Tavano trasciende las fronteras de su distrito y su partido. Durante sus dos mandatos como intendente, se convirtió en una figura central de la Tercera Sección Electoral.
Se ganó no solo el respeto entre los peronistas, sino también entre aquellos que pensaban diferente, gracias a su conexión genuina con los vecinos.
Sus dos períodos al frente de la intendencia siguen siendo recordados en los barrios del partido, donde se hacía presente como uno más cuando las necesidades apremiaban.
Con un liderazgo firme pero compasivo, Tavano dejó una marca imborrable gracias a su compromiso inquebrantable con los más humildes.
Fue un político de antaño, que inició su camino haciendo campaña con tiza y carbón por las calles, convirtiendo el contacto cercano con el vecino en su sello distintivo.
Fue un fatídico 18 de enero el que puso fin a esa vida cuando un aneurisma de aorta lo sorprendió a en Las Toninas. Tras recibir los primeros cuidados, fue trasladado a la Fundación Favaloro en Capital Federal, donde nos dejó físicamente.
Su extensa y exitosa trayectoria en el Partido Justicialista, que abrazó desde su juventud, lo llevó a desempeñarse en diversos cargos municipales desde 1973, acompañando el crecimiento político de Eduardo Duhalde.
Tavano, con su mirada seria y actuar decidido, ganó las elecciones en 1991 con el 38,33% de los votos, derrotando a la Unión Cívica Radical. Fue reelegido en 1995, consolidando su presencia en la historia del distrito.
Su liderazgo se extendió más allá de las fronteras locales. Con Duhalde, ocupó distintos roles en la municipalidad y llegó a la Cámara baja como diputado representante de la provincia de Buenos Aires, convirtiéndose en un referente del Conurbano.
Manuel Quindimil, exintendente de Lanús, expresó que la muerte de Tavano afectó no solo a la dirigencia justicialista, sino también a la vida institucional del sur del Gran Buenos Aires, donde dejó una huella activa a lo largo de los años.
En el velatorio, que tuvo lugar frente a la Municipalidad de Lomas de Zamora, figuras prominentes como Eduardo Duhalde y su esposa, Hilda "Chiche" González, así como otros funcionarios y militantes históricos del PJ, se hicieron presentes para dar el último adiós.
El sepelio, realizado en el cementerio local, fue precedido por un homenaje en el Concejo Deliberante.
Hoy, la memoria de Tavano perdura en una calle que lleva su nombre, en un gimnacio del Parque Municipal lomense y en la Unidad Sanitaria de Llavallol, inaugurada hace un tiempo atrás, que rinde homenaje a este querido exintendente.
Gilda Gilardenghi, viuda de Tavano, lo recuerda como un líder natural, un militante apasionado por la vida. "El cargo más importante que tuvo fue el de un buen ser humano", afirmó.
Para Tavano, la felicidad radicaba en compartir con la gente, ya fuera con militantes, familiares o vecinos. "Lo que él quería era ver la satisfacción de la gente, no de los dirigentes", destacó Gilardenghi.
En sus días al frente de la Intendencia, Tavano era un hombre ocupado, pero siempre encontraba tiempo para todos. Su compromiso y responsabilidad se reflejaban en cada acción, ya fuera atendiendo reclamos familiares, de vecinos o problemas sociales.
Nunca perdió la calma, incluso en los momentos más difíciles, demostrando una inteligencia y serenidad excepcionales.
Bruno Tavano sigue vivo en el corazón de aquellos que lo conocieron y en el legado que dejó en Lomas de Zamora. Su ejemplo perdura como un faro de compromiso, cercanía y dedicación hacia los demás, recordándonos que la esencia de la política reside en el servicio a la comunidad y el bienestar de la gente.
*Agradecimiento a Juan Sayas (fotografías)