Rodrigo Tripolone, abogado de la joven de 23 años que denunció a un sargento de la policía bonaerense de filmarla con una cámara oculta instalada en un baño químico, acusó a la fiscalía, encargada de llevar el caso, de no tomar las medidas necesarias ante la gravedad del delito que se le imputa al acusado.
En diálogo con Política del Sur, el letrado relató que el hecho ocurrió en la rivera de la localidad de Quilmes, donde “el policía se había hecho custodio de un baño químico al que acudían mujeres policías, guardavidas, mujeres y menores que le pedían permiso para poder ingresar”.
“Lo que nadie sabía era que las estaba espiando con una cámara oculta y con un modos operandi muy particular porque no solo lo que hacía era mojar el inodoro sino que también la tapa, con la intencionalidad de que las mujeres no se sentaran y poder tener una mejor imagen de las partes intimas de estas personas”, aseveró.
En esta línea, informó que el acusado fue descubierto por la chica cuando esta se encontraba dentro del baño, y a partir de revisar una bolsa que emitía unos destellos que llamaron su atención, encuentra el dispositivo.
“Estamos frente a un individuo, que según manifestaron sus compañeros, se pasaba noches editando y procesando imágenes que luego llevaba a Puerto Madero”, aseguró y presupuso que dicho proceder por parte del acusado podría deberse a que posiblemente integraba algún tipo de red de consumo de imágenes íntimas.
En este punto, criticó que a pesar de la gravedad de la denuncia, “la fiscalía hasta ahora no ha hecho ninguna medida, no ha pedido los allanamientos, ni la detención del sujeto. Se lo acusa por un delito que no es excarcelable, debería estar detenido y lo único que se hizo con él fue trasladarlo de un departamento judicial a otro, nada más”.
“Se hizo la pericia del dispositivo el día 12 de diciembre donde se encontraron más imágenes pero entendamos que estamos ante un delito aberrante y puede tener otras implicancias. Se debería haber pedido el secuestro de todos los elementos de almacenamiento en su poder, revisar sus corres electrónicos, con quién se comunicaba, si comercializaba, si difundía estas imágenes”, continuó.
Por último, lamentó que “recién con la trascendencia mediática se lo apartó de sus funciones pero tampoco es muy grave porque a muchos efectivos se los aparta preventivamente de sus funciones mientras se los investiga. Él puede mañana, si esto quedaba en el olvido, volver a ejercer funciones en otro lado sin que nadie se entere”.
“Hay que ver si no hay otros implicados, si algún superior no estaba al tanto de todo esto por eso mismo necesitamos que se investigue. Hay un gran hermetismo en todo esto”, concluyó.