Con la presencia estelar de la ex presidenta Cristina Kirchner en los palcos de la Cámara de Diputados bonaerense, el gobernador bonaerense Axel Kicillof asumió su segundo mandato en la provincia de Buenos Aires con un discurso de tono reivindicador respecto a sus primeros cuatro años que buscó convertirse en un contrapunto con el horizonte de ajuste esbozado el domingo por el presidente Javier Milei.
La premisa del mandatario bonaerense pasó por diferenciarse de manera sostenida de las consignas esgrimidas por el Presidente, ahondó de manera permanente en que su gestión estará impregnada por la búsqueda permanente de la ampliación de derechos y el Estado presente, una sórdida resistencia a la motosierra que promueve el libertario.
En primera instancia expresó de manera contemporizadora “su compromiso de seguir gobernando para todos los bonaerenses sin distinción”. También recordó que su gestión reconstruyó un Estado que había sido desmantelado.
De manera posterior, destacó que sus funcionarios representan un gabinete militante: “Se votó para proseguir la transformación de la provincia de Buenos Aires y no para mantener el status quo de lo hecho". “Ese el contrato electoral que vamos a honrar los próximos cuatro años”, agregó.
Marcando una clara diferenciación respecto al slogan que utilizó en campaña Javier Milei precisó que lo que falta en la provincia de Buenos Aires “no se consigue no con motosierra ni con ajuste”. “No sobra Estado, hace falta más y mejor Estado”, completó.
Posteriormente, el Gobernador reiteró la necesidad de que la provincia de Buenos Aires recupere recursos que necesita imperiosamente para su desarrollo: “La provincia es la que menos recibe de la torta coparticipable, somos solidarios con las demás provincias pero sabemos que representa una injusticia”.
“Somos la provincia que más aporta al producto nacional y la que recibe la mayor parte de las corrientes migratorias, sabemos de las carencias de infraestructura que hay que reparar pero sin recursos es imposible”, agregó.
Aprovechó la ocasión para tratar de comprometer a todos los partidos políticos bonaerenses “a recuperar los recurso que le fueron quitados a nuestra provincia”.
También hizo una pública autocrítica del gobierno de Alberto Fernández. “Faltó más justicia social y redistribución del ingreso”, disparó.
Fue sincero al señalar que no comparte las ideas de la fuerza que ganó el gobierno nacional aunque deseó con honestidad que las cosas salgan bien. "Respetamos la legitimidad popular pero sus ideas están en las antípodas de nuestras manera de ver la economía nacional”, recalcó.
“No renunciaremos a los principios que rigen nuestro gobierno, inclusión y extensión de derechos, la justicia social no es una aberración”, soltó concluyente.
Kicillof hizo votos para que el nuevo oficialismo nacional no tome el respaldo electoral para aplicar medidas de ajuste: “La gente no votó la caída del salario real”, afirmó.
El Gobernador trazó un paralelismo entre el rol de Estado y el juego del mercado: “Durante estos cuatro años de Estado presente no se desplazó al mercado sino que se hizo responsable de las necesidades que sin Estado no hubiesen encontrado respuestas”.
También aprovechó la ocasión para censurar cualquier intención del Gobierno nacional de restrigir recursos a la provincia: “Nos preguntamos si quieren ahogar a la provincia de Buenos Aires que ya de por sí sufre discriminación en la repartición de los fondos, sin federalismo no hay Patria”, sentenció.
Kicillof ensayó un repaso de su primera gestión al sostener la importancia de la construcción de 206 nuevos edificios escolares, además de la distribución de 168.000 computadoras a estudiantes secundarios en el marco del programa Conectar Igualdad.
Del mismo modo reivindicó la extensión del Boleto estudiantil a 6 universidades del interior de la provincia y la ampliación a estudiantes de escuelas terciarias.
En lo que concierne a la salud destacó la finalización de 156 nuevos centros de atención primaria de la salud y 6 nuevos hospitales de alta complejidad, como también la puesta en marcha de 9 hospitales modulares.
Respecto a las mejoras en infraestructura destacó los 4.500 kilómetros en marcha de mejora en caminos rurales, 22 obras de ampliación y creación de parques industriales.
También hizo referencia a la reactivación en las obras del Río Salado en los 212 kilómetros de los cuatro tramos de la cuenca y a la recuperación de crédito internacional que según sostuvo había perdido el gobierno vidalista.
Además ponderó los 5.200 km de rutas y los 631 nuevos km de autovía.
Destacó el impulso a la producción en 17 millones de hectáreas y la recuperación del Banco Provincia que otorgó un total de 2 billones de pesos en créditos productivos, a lo que sumó los ocho millones de usuarios que se adhirieron a la Cuenta DNI.
Kicillof puso de relieve los últimos 20 meses de crecimiento industrial en la provincia para alcanzar el desempleo más bajo de los últimos 7 años.
En lo que tiene que ver con la justicia y seguridad hizo hincapié en los 4.500 nuevos patrulleros en circulación, la creación de la policía rural y el plan del sistema penitenciario de 12 mil plazas en unidades y alcaidías.
El mandatario resaltó la recuperación integral del Teatro Argentino y puntualmente la reapertura de la sala Alberto Ginastera.
El Gobernador puso de relieve que el 2,4 por ciento del presupuesto provincial estuvo destinado a reducir las brechas de género y mostró su satisfacción por la sanción de la Ley de Alcohol Cero en la Legislatura que busca reducir el impacto de los siniestros viales en la provincia de Buenos Aires.