No ganan para disgustos en la gobernación bonaerense ya que, a los efectos perniciosos del caso Insaurralde, se sumó la abrupta suba del dólar que la semana precedente atravesó la barrera psicológica de los 1000 pesos a un puñado de días para el definitorio domingo 22 de octubre
Ese impacto de la escalada del billete verde generó cimbronazos en la economía, sobre todo porque produce un efecto traslativo a precios que impacta de lleno en los sectores que constituyen la base de la pirámide social: “El mejoramiento en el consumo que venía notándose a partir de los paliativos que otorgó Massa para compensar los efectos nocivos de la devaluación de agosto se diluyen ante esta nueva escalada del dólar”, advierte con desazón un legislador peronista bonaerense inserto en la campaña.
Cerca del gobernador Kicillof no pierden el optimismo y aventuran que el efecto de yategate no influirá en la votación sobre la oferta provincial, creen que sí podría darse la particularidad de alguna mella en la boleta nacional de Sergio Massa.
“Axel actuó como correspondía e hizo lo que había que hacer de manera inmediata, aparte él nunca lo quiso a Insaurralde, eso fue cosa de Máximo y Cristina que se lo impusieron”, dispara otro legislador peronista ligado a los alcaldes del interior con resquemor hacia el ex Jefe de Gabinete.
Además, en el Palacio de calle 6 destacan que el mandatario envió a la Legislatura hace un tiempo un proyecto de Etica Pública, que aún no fue abordado, y que más allá de establecer las pautas de transparencia que debían seguir los funcionarios bonaerenses también hace alusión a un protocolo de actuación ante casos de conflicto de intereses como el que sucedió con Insaurralde.
La relación entre Axel Kicillof y Máximo Kirchner atraviesa su peor momento, los pronunciamientos de muchos referentes peronistas para que el Gobernador se haga cargo de la jefatura del PJ provincial en 2024 si es reelecto generaron enojo superlativo en el entorno del jefe de La Cámpora que siempre miraron con recelo al mandatario.
De todos modos, el gobernador buscó poner paños fríos y no se hizo eco de aquellos cantos de sirena, aclaró que su objetivo es obtener la reelección para seguir gobernado la provincia y no inmiscuirse en cuestiones partidarias: “Axel si es reelecto y perdemos en Nación se convierte indefectiblemente en uno de los jefes del peronismo y ahí va por todo”, pronostica envalentonado un dirigente alineado con el mandatario.
En rigor, más allá de las escaramuzas con Kirchner, Kicillof hoy se encuentra abocado a asegurar su reelección y para eso reforzará en los últimos días la presencia en el estratégico conurbano y jugará los últimos cartuchos en Bahía Blanca, Olavarría y fundamentalmente en la capital provincial, La Plata, donde confía en el arrastre que pueda proporcionarle la boleta municipal encabezada por su ministro de Justicia, Julio Alak.
El Gobernador bonaerense deposita confianza en los alcaldes del conurbano, sostiene que esta vez jugarán a pleno y defenderán con uñas y dientes la oferta completa de Unión por la Patria porque a nadie en la esfera oficialista le conviene un gobierno de Javier Milei o Patricia Bullrich.
En esa línea es que el mandatario profundiza una línea discursiva con la que busca relacionar a los dos principales candidatos opositores como la “casta” ligada al poder económico.
El mandatario está alerta y espera esta semana algunos sondeos que le permitan mensurar el poder real de daño que ha tenido en el escenario electoral la suba del dólar con su consecuente remarcación de precios: teme que los indecisos que evaluaban votar al peronismo terminen volcándose a partir de esta situación por la oferta libertaria y como contrapartida suban las acciones de Carolina Píparo.
En la gobernación tiene en claro una cuestión insoslayable: la noche del 22 será larga y habrá que contar los votos hasta tarde.
Otra incógnita que no pueden despejar en el Palacio de Gobierno de La Plata es hasta donde Patricia Bullrich, que viene creciendo en las últimas semanas, puede eventualmente arrastrar la candidatura de Néstor Grindetti, la distancia entre Kicillof y la totalidad de la coalición opositora fue de tres puntos por lo que cualquier corrimiento hacia arriba del lanusense podría comprometer la reelección del mandatario.
El gobernador bonaerense Axel Kicillof no quiere dejar ningún cabo suelto antes de la crucial definición por los destinos de la provincia.
Luego del demoledor número que arrojó la inflación de septiembre de 12,7 y visualizando que en octubre se mantendrían los dos dígitos por la trepada de la suba intempestiva del dólar, el Gobernador apronta una reunión con los representantes de maestros y estatales para el miércoles 18 con la intención de recomponer los ingresos y dar un último impulso a su candidatura.
En concreto, buscará acercar a los gremios docentes y estatales una pauta de oferta salarial que ejercite una recuperación por sobre la inflación como últimamente se vanaglorió Kicillof.
Los sindicalistas presurosos habían solicitado desde la semana anterior un cónclave paritario debido a que no quieren repetir la magra experiencia vivida durante el final del gobierno de Vidal, que luego de la derrota en la PASO de 2019 se desentendió de la suerte de los salarios estatales en el último tramo del año.